Una sana autoestima aumenta las probabilidades de éxito social, académico y familiar.
Una baja autoestima en la infancia está relacionada con la actitud que tienen los padres hacia el niño.
¿Cómo pueden expresar los niños la baja autoestima?
- Llaman constantemente la atención para conseguir la aprobación de los demás, interrumpen para que les presten atención.
- Son inhibidos. Les cuesta hacer amigos, son poco participativos. Se dejan influir por los demás.
- Tienen miedo a equivocarse. No valoran sus capacidades porque creen que no sirven.
- Están tristes. No encuentran nada que les motive y se ilusionan con pocas cosas.
- Si no consiguen ser los mejores se frustran de una manera desproporcionada.
- Confían poco en sí mismos, se sienten inseguros. Tienen un gran sentido del ridículo.
- Por muy bien que hagan las cosas no suelen estar contentos con los resultados. No se permiten errores.
- Tienen actitud de rechazo a lo que proponen los demás.
- No valoran sus capacidades.
- Muestran una actitud agresiva. No saben cómo controlarse ante los ataques de ira.
- Les cuesta solucionar los diferentes problemas con los que se encuentran, ya que son desafíos nuevos y se bloquean ante ellos.