«Cuando tenía ocho años firmé un contrato de mil millones de años, lo que significa que este voluntariado o servicio para la Iglesia iba a durar la eternidad», asegura Kelsey. En las instalaciones vivía con más niños hacinados y en condiciones inhumanas. Bajo una gran disciplina férrea, Kelsey y sus compañeros eran obligados a trabajar hasta 100 horas a la semana sin remuneración alguna y recibiendo la visita de sus padres solo una vez a la semana. «Viví en un campo de concentración para niños esclavos en la Iglesia de la Cienciología», cuenta este australiano que ha tardado 14 meses en concienciarse para contar su dura historia en la Iglesia que defienden famosos como Tom Cruise o Will Smith. Visten todos de negro y solo pueden estar parados o correr En este centro -explica Kelsey- visten todos de negro, no pueden caminar normalmente, solo estar parados o correr y tienen que realizar saludos marciales a sus superiores. Solo se les permite leer textos de la Cienciología y no pueden ni acceder a Internet ni ver películas. Cuando cumplen 15 años se les saca de la escuela y les hacen trabajar más de 14 horas al día pagándoles un máximo de 35 dólares. Cuando el padre de Shanke Kelsey, Adrian, se separó de su madre, Lesley, decidió dejar la Iglesia de la Cienciología y sacar a su hijo del centro de adoctrinamiento en 2010. Sin embargo, la Iglesia de la Cienciología ha publicado un comunicado en el que niega todo lo que cuenta el joven y asegura que ninguna persona está obligada a permanecer en el centro, que sigue funcionando pese a las declaraciones de Shanke. El senador independiente Nick Xenophon, quien lleva años luchando contra la Cienciología ha aseverao que «la historia de Shane es terrible. Hablamos de esclavitud infantil y la Policía debe investigar esto».
«Cuando tenía ocho años firmé un contrato de mil millones de años, lo que significa que este voluntariado o servicio para la Iglesia iba a durar la eternidad», asegura Kelsey. En las instalaciones vivía con más niños hacinados y en condiciones inhumanas. Bajo una gran disciplina férrea, Kelsey y sus compañeros eran obligados a trabajar hasta 100 horas a la semana sin remuneración alguna y recibiendo la visita de sus padres solo una vez a la semana. «Viví en un campo de concentración para niños esclavos en la Iglesia de la Cienciología», cuenta este australiano que ha tardado 14 meses en concienciarse para contar su dura historia en la Iglesia que defienden famosos como Tom Cruise o Will Smith. Visten todos de negro y solo pueden estar parados o correr En este centro -explica Kelsey- visten todos de negro, no pueden caminar normalmente, solo estar parados o correr y tienen que realizar saludos marciales a sus superiores. Solo se les permite leer textos de la Cienciología y no pueden ni acceder a Internet ni ver películas. Cuando cumplen 15 años se les saca de la escuela y les hacen trabajar más de 14 horas al día pagándoles un máximo de 35 dólares. Cuando el padre de Shanke Kelsey, Adrian, se separó de su madre, Lesley, decidió dejar la Iglesia de la Cienciología y sacar a su hijo del centro de adoctrinamiento en 2010. Sin embargo, la Iglesia de la Cienciología ha publicado un comunicado en el que niega todo lo que cuenta el joven y asegura que ninguna persona está obligada a permanecer en el centro, que sigue funcionando pese a las declaraciones de Shanke. El senador independiente Nick Xenophon, quien lleva años luchando contra la Cienciología ha aseverao que «la historia de Shane es terrible. Hablamos de esclavitud infantil y la Policía debe investigar esto».