Los bebés que no hablan para los dos años por lo general no están en riesgo de problemas conductuales o emocionales futuros como resultado, sugiere una investigación reciente.
Los niños que tienen retrasos en el habla pero no otros retrasos del desarrollo podrían exhibir algunos problemas conductuales o emocionales leves a los dos años. Pero el estudio halló que esos problemas no persisten una vez las habilidades lingüísticas del niño se ponen al día.
"Tener un hijo que no habla tanto como los demás puede ser muy perturbador para los padres. Nuestros hallazgos sugieren que no deben preocuparse demasiado de que un retraso en el habla a los dos años resulte en dificultades lingüísticas y psicológicas duraderas para el niño", apuntó el autor líder del estudio Andrew Whitehouse, profesor asociado y catedrático de psicopatología del desarrollo del Instituto Telethon de Investigación en Salud Infantil de la Universidad del Oeste de Australia en Subiaco.
Los resultados del estudio se publicarán en la edición de agosto de la revista Pediatrics, pero primero aparecen en la edición de internet el 4 de julio.
Hasta el 18 por ciento de los niños tienen lo que se conoce como un retraso del lenguaje expresivo, según la información de respaldo del estudio. El lenguaje expresivo es la capacidad de hablar. El lenguaje receptivo es la capacidad de comprender el habla y los gestos, según la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics).
Las habilidades lingüísticas de la mayoría de los niños eventualmente alcanzan las de sus pares, pero no estaba claro si esos retrasos en la capacidad de expresarse tendrían algún efecto duradero en los niños que hablan tarde o no.
Para tener una mejor idea de cómo el habla tardía podría afectar la salud psicológica posterior, Whitehouse y colegas pidieron a los cuidadores de más de 1,600 niños que completaran la Encuesta de Desarrollo del Lenguaje, y encontraron que 142 de los niños comenzaron a hablar tarde.
Los investigadores siguieron a los niños durante los próximos 17 años, llevando a cabo cinco evaluaciones del lenguaje y psicológicas adicionales, cada dos a tres años.
A los dos años, los que hablaron tarde tenían mayores niveles de problemas conductuales y emocionales, y Whitehouse dijo que los investigadores sospechan que el motivo de estos problemas a esa edad es que los bebés estaban frustrados por no poder comunicarse.
Dijo que estos problemas conductuales y emocionales no persistieron una vez los niños alcanzaron los hitos lingüísticos normales, y si los niños no tenían ningún otro retraso del desarrollo.
"Nuestros hallazgos sugieren que los padres no deben preocuparse demasiado de que hablar tarde a los dos años de edad resulte en dificultades lingüísticas y psicológicas persistentes en los niños. Hay evidencia sólida de que la mayoría de niños que hablan tarde alcanzarán las habilidades lingüísticas de otros niños", aseguró Whitehouse.
"Lo mejor que los padres pueden hacer es proveer un ambiente rico en lenguaje a sus hijos", añadió. "Eso significa sentarse en el suelo y jugar con el niño, hablarle, leerle, interactuar con el niño a su nivel".
"Esos hallazgos son tranquilizadores para los padres. Si los bebés solo tienen un retraso en el lenguaje expresivo, con frecuencia desaparecerá para la edad escolar. Y los antecedentes tempranos de retraso en el lenguaje por sí mismos no ponen a los niños en riesgo de problemas emocionales y conductuales posteriores", aseguró el Dr. Andrew Adesman, jefe de pediatría del desarrollo y conductual del Centro Médico Pediátrico Steven y Alexandra Cohen de Nueva York, en New Hyde Park.
Aunque este estudio no lo abordó, Adesman dijo que los retrasos en el lenguaje receptivo o la falta de respuesta son más preocupantes y se deben evaluar más. Estos son algunos de los hitos del lenguaje receptivo:
•A los 15 meses, un niño debe ser capaz de seguir una instrucción sencilla de un solo paso.
•A los 18, un niño debe saber apuntar a ciertas partes del cuerpo cuando se le pide que lo haga.
•A los dos años, un niño debe ser capaz de completar una dirección de dos pasos, como "recoge la pelota y tráemela".
•Los retrasos en la capacidad de respuesta incluyen no volverse cuando alguien menciona su nombre o no hacer contacto ocular, según Adesman.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
Via MedlinePlus