'About a Boy' está basada en la película del mismo nombre que en 2002 dirigieron a cuatro manos Chris y Paul Weitz y por cuyo guión obtuvieron la nominación al Oscar en la categoría de Mejor Guión Adaptado. Y está producida por Jason Katims ('Friday Night Lights', 'Parenthood'). La serie se centra en la amistad que surge entre el inmaduro Will (un siempre atractivo David Walton que no consigue que las series protagonizadas por él no terminen canceladas, como 'Bent' o la infravalorada 'Perfect Couples') y el pequeño Marcus (Benjamin Stockham, '1600 Penn', 'Sons of Tucson'). Marcus y su madre Fiona (la nominada al Oscar Minnie Driver), una vegana divorciada que no hace otra cosa que llorar, se mudan a la casa de al lado de Will el día que Dakota (Leslie Bibb, 'GCB', 'Crossing Jordan') se cruza en la vida de Will. De Will y de sus calcetines. Y no precisamente los que lleva en los pies. Will utiliza a Marcus para conseguir ligar con Dakota. Y todo termina explotándole en la cara.
En su momento vi 'About a Boy' pero soy incapaz de recordar la película. Pero el Piloto de la serie me ha gustado mucho más de lo esperado. Puede que Walton haya encontrado una serie que no sea carne de cancelación. Y a pesar de que los personajes e Will y Fiona han sido presentados como opuestos, sabemos que, por muchas Dakotas que aparezcan por su vida, terminarán juntos. Se agradece que Stockham sea un buen niño de serie, sepa actuar y tenga gran química con el personaje de Walton. El Piloto es muy simpático y podríamos estar ante la comedia revelación de la mid-season.
'Growing Up Fisher' se centra en la historia de Henry Fisher (Eli Baker), un niño de 11 años cuya historia nos cuenta su yo del futuro (Jason Bateman, que ejerce de executive producer). Todo comienza a raíz del divorcio de sus padres (J.K. Simmons y Jenna Elfman) y cómo repercute en su vida y la de su hermana Katie (Ava Deluca-Verley). La peculiaridad de esta familia está en que el padre es ciego y que, la familia, tras el divorcio, sigue igual de unida que durante el matrimonio. Mientras que Mel (Simmons) se muda a un piso y se compra un perro lazarillo (lo que despierta los celos del pequeño Henry, trama en torno a la cual gira el Piloto), Joyce (Elfman) ha decidido recuperar la adolescencia que no tuvo en su momento, para desgracia de su hija. Sorprendentemente, los dos niños lo hacen bien.
El Piloto se deja ver y, aunque no arranca carcajadas, sí es verdad que es una comedia agradable y que se deja ver. De todos modos, al no tener una trama que llame realmente la atención, es la típica comedia cuyos capítulos se te van acumulando y decides dejar de ver porque no te aporta nada. Y no la echas en falta. Pero bueno, el Piloto se puede ver. Eso sí, su principal fallo está en el personaje de Lance Lim (Runyen, el mejor amigo de Henry) y en que hayan presentado una posible historia de amor entre Henry y la hija de la vecina de su padre (¿será su mujer en el futuro?). El Piloto lo dirige David Schwimmer, que ejerce además de executive producer.