Niños y mascotas: Una relación con beneficios

Por Pequelia @pequelia

Cuando incorporamos una mascota a nuestra familia, después de los insistentes pedidos que nuestros hijos nos han hecho al respecto durante meses, no sólo se tratará de consentir al pequeño, sino además de brindarle un medio ideal para obtener importantes beneficios.

No obstante, es fundamental que todo el proceso de elección de la mascota se haya hecho de forma responsable y con conciencia, tanto de los padres como de los niños, y que la selección del animal de compañía haya sido un trabajo en conjunto.

Si estos aspectos se cumplen, además de enseñarle previamente a nuestros hijos la importancia del cuidado del animal y el respecto por la vida, lo más probable es que la incorporación de una mascota sea una relación con beneficios, ya que es una de las experiencias más gratificantes, no sólo para el pequeño sino también para los padres.

Los especialistas coinciden en asegurar que los animales de compañía proveen a los niños una serie de importantes beneficios para su desarrollo intelectual, crecimiento y sociabilidad, y en este sentido, la licenciada Amelia Lorena destaca:

“Hacerse responsable de otro ser es muy importante para un niño. En primer lugar porque aprendiendo a cuidar a otro aprende a cuidarse a sí mismo; y en segundo lugar, porque encuentra un incondicional compañero de juegos”.

Por su parte, el doctor Claudio Gerzovich Lis, en su libro “Nuestro perro, uno más de la familia”, asegura que el hecho de adoptar una mascota muestra al niño valores fundamentales de la vida, ya que puede experimentar diversas vivencias al ser propietario de un animal de compañía.

Al respecto, el especialista Gerzovich Lis puntualiza:

“Los chicos aprenden a valorar más la vida, a atravesar distintos estados emocionales, por ejemplo alegría y asombro cuando el animal tiene cría, tristeza cuando muere y demás. También aprenden a ser responsables del cuidado de otro y a respetarlo, y aprender a aceptar los límites. A través del límite al perro el niño va comprendiendo esa necesidad sin la carga de que se lo estemos diciendo directamente a él. Y las normas que debemos tener en cuenta los adultos en la educación de un perro, corren también para los chicos: límites, permisos, reglas claras, coherencia, paciencia, firmeza”.

Más allá de los beneficios planteados en el presente artículo, lo cierto es que los animales de compañía ofrecen una importante serie de ventajas para el crecimiento de nuestros hijos. Para conocer más acerca de este tema, te recomendamos la lectura del artículo “Niños y mascotas: Una relación con beneficios (II)“.

Vía | Libro “Nuestro perro, uno más de la familia” de Claudio Gerzovich Lis, Editorial Planeta, Comportamiento Animal

Foto | Cia de Foto