Si echo la mirada hacia atrás, gran parte de los mejores recuerdos tienen que ver con la noche más mágica del año, la verbena de Sant Joan (aquí la llamamos "revetlla").
Lo menos que hago es esbozar una gran sonrisa pensando en casi todas estas noches. Sobre todo, la parte de mi adolescencia y de los veintitantos. Ahora, las cosas ya las tomamos más en familia, y procuramos que sean un poco más "light". Si me conoces, ya sabes a qué me refiero.
Esta es una de las noches más cortas del año, en las que se dan cita el fuego y la pólvora. Un fuego que se utiliza para ahuyentar a los seres imaginarios que en esta noche campan a sus anchas por doquier.
Se la conoce por "La nit del Foc" (la noche del fuego) o "La nit de les bruixes" (La noche de las brujas). En definitiva, tiene una gran componente mágica, uniendo ese fuego con los espíritus y una de las noches más cortas del año.
No te voy a contar más detalles de mis noches de "Sant Joan", no estaría bien, y hay secretos que hay que guardar y mantener ahí, en ese recuerdo que tanto nos gusta visitar de vez en cuando con los amigos con los que disfrutamos de esos momentos...
Hoy tiraremos algún petardo, comeremos la tradicional coca de Sant Joan, de "llardons" o de frutas... ambas, qué demonios. Encenderemos una gran fogata, reiremos, beberemos, disfrutaremos de una de las noches más cortas del año...
Ahuyentaremos a los espíritus... Creo que este año, lo necesito más que nunca...
¿Te vienes?