#NiUnaMenos, una colaboración desde Galicia

Publicado el 11 junio 2015 por Leandromurciego
La palabra femicidio no está registrada en el Diccionario
de la Real Academia Española... No por ello no el problema no existe.

El tercero de los textos seleccionados para este Especial #NiUnaMenos , que le dice No a la violencia de género llega desde Galicia, España llega La sinfonía de las moscas, un texto de la poeta Carmen Castejón Cabeceira, que supo ganar en 2008 el premio "Mujeres Do noso Tiempo".

El especial #NiUnaMenos reúne a varios autores de diferentes rincones del mundo que dan muestra de su compromiso con el otro, un claro gesto solidario que intentamos transmitir desde este blog.


Puede crecer la sangre
y barrer las lágrimas
de los ojos en la distancia
y la sequía no ser
el final de esta isla
por encima de las nalgas.

Llueve en el fín del mundo.
Aguardo la profecía
colgando de la luna.
La espuma enfría el cuerpo.
Fango verde me envuelve,
quizás bajo el sol,
nunca supe medirlo,
ni el agua que fluye
sé si es mucha o poca.

No sé lavarme los pies
malolientes para ti.
Me huelen las zapatillas.
Escuché veinte años
que apestaba mi cuerpo.
me huelen las zapatillas
las rosas, de Febrero,
por las que aún me recuerdas.
(sentimental objeto)

Ahora habla un ciego.
Fermenta su voz
que trae nuevas de muerte.
Llora una vara.
Una paliza más
de un hombre a su mujer.

Llueve al final del mundo.
-le clavó el cuchillo
Ella quiso huir-
No sé contar las moscas,
poco pude saber
con la carrera que hice
del lenguaje de los pájaros.
¡Mejor cuidar el ganado!
no a la Ornitología
puede ser lujuriosa!
No haría buen caldo
Abrigada con las ninfas.

-La mujer esta muerta-
(cuenta el ciego ,el perro ladra)
Bajo el agua escupida
me bañé muchas veces;
más no fueron suficientes
para olvidarte del olor.
Las gordas no olemos bien.
ni somos atrayentes.
Las vacas solo dan leche.
Eso es lo que tú decías
Cuando volvías bebido
y apaleabas mi cuerpo.

Me casé abrazada a ti,
cerca de tu fuego,
De novios en la campiña,
vimos arder París
y también Budapest.
Estoy deshaciéndome
bajo la lluvia del fín.
No será la sequía.
Puede crecer la sangre
y barrer las lágrimas.
Las moscas me entierran
no me salen de encima,
me comen y me hacen cosquillas;
y sin saber contarlas
desfallece este cuerpo,
que dejé de querer
cuando perdí el virgo,
y no encontraba ropa,
pasando a las equis ele
y tú a los clubes nocturnos.

Murió nuestro hijo
en este útero podrido.
Renunció a nacer..
Lo buscaré ahora
con los ángeles amarillos.

No sé medír el sol
ni el agua que fluye.
Aprovecho las palabras,
las oraciones azules
escritas en el asfalto
con los glóbulos que caen
de estos dedos de cera,
para dejar testimonio
y entender qué tu
no eras una mosca.

Carmen Castejón Cabeceira
(" Sinfonía de las Moscas ")

Para leer más de la autora pueden visitar su espacio:
http://carmencastejoncabeceira.blogspot.com.es/


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