Ya ha pasado bastante tiempo desde mi última entrada. Y no es que hayan pasado cosas dignas de mención, que han pasado y son casi incontables. Pero como nuevamente los españoles, demostrando una vez más nuestra inteligencia superior, le hemos dado el poder absoluto de este país a la derecha más rancia y peligrosa (la derecha moderada se llama PSOE), hagamos lo que hagamos y digamos lo que digamos, no va a pasar nada; porque salvo que sus diputados sufran en masa un ataque agudo de diarrea, pueden aprobar en el Parlamento lo que les de la soberana gana. Bueno no, lo que le manden los especuladores financieros, no vaya a ser. Además, por si acaso a alguno se le ocurre moverse, ya preparan una reforma del código penal, con lo que esto adquiere un tufillo que creo recordar que se olía con más intensidad allá por los años 60.
Pero es que, nuevamente mis amigos de esa cosa llamada casa real vuelven a dar muestras de una endeblez mental digna de alguien cuyo cerebro ha estado expuesto a la radiactividad demasiado tiempo. Nuevamente, ese señor al que llaman rey de España, hace una memez, encima se rompe la cadera, como corresponde a un solemne abuelete de su edad, y encima van y hasta sacan las fotos de la rubia con la que se supone que comparte navegaciones y cacerías, y que no se si decora su salón con cuernos como trofeo.
Y si ya no es indignante que mientras los gavioteros nostálgicos del régimen nos adelantan ahora el repago (no es copago, yo ya pago la sanidad cada mes) de recetas, y se anuncian recortes en las prestaciones sanitarias, va el abuelo del niño tonto que se pega tiros en el pie, y se dedica a matar elefantes, que todo el mundo sabe que es un gran remedio para la depresión que debe tener tras anunciarse que el presupuesto de la casa real se rebaja un 2%. Y después, sale con cara de lelo, más aún de la suya normal, y dice: jo, lo siento, no lo haré más, jo... Y ya está. Y otra vez todos a lamer sus reales posaderas con que si mira que humilde, y que bueno, y que sincero...
Menos más que al menos los socios de WWF España han dicho que o quitan de la presidencia honorífica a ese sacrificador de paquidermos, o les vayan borrando a ellos. Y es que tiene guasa que alguien que se entretiene descerrajando tiros a una especie protegida, sea el presidente honorífico de la asociación que se dedica a intentar protegerlos.
En fin, y es que se echa tanto de menos al cirujano francés Joseph Ignace Guillotin...