Los propietarios de estos locales se afanan en decorar sus espacios, buscar ofertas de ocio para sus clientes y ofrecer su mejor cara para que las navidades sean prosperas para el negocio. Que falta les hace ya que hablamos de un periodo de tiempo en él que se estima que facturan el 30% del total del año y dado el tiempo tan prolongado que llevamos sufriendo esta crisis interminable, aunque Mariano Rajoy asegure que ya es historia, siempre es bien recibido un pequeño periodo de prosperidad.
Ese fin de semana, tan señalado, es el que han elegido desde el consistorio sevillano para clausurar una serie de bares de La Alameda y El arenal, en una operación que se suma a la que no hace muchas fechas tuvo lugar en La Alfalfa y que también se llevo por delante a un mítico bar sevillano, La Carbonería.
La normativa de la que el ayuntamiento se vale para estos cierres, a mi modo de ver totalmente arbitrarios y bien estudiados, es muy sencilla. No se puede beber en la calle a no ser que se esté en zonas habilitadas para veladores, la mal llamada ley anti botellón.
A esta normativa le viene como anillo al dedo a el viejo dicho, “quien hace la ley hace la trampa”. Y la trampa es muy sencilla. Con la ley en la mano el ayuntamiento puede cerrar cualquier bar de Sevilla cuando le de la real gana.
Pero porque se ceba con espacios de una determinada zona geográfica? En Sevilla Este, Parque Alcosa, Pino Montano, Rochelambert, Nervión o Triana no pasa exactamente igual que en el centro? O es que en esos lugares la gente no sale a la puerta de los bares? Porque en esos barrios no se aplica la normativa?
Desde el ayuntamiento sevillano venden la idea de que es una norma para acabar con el botellón pero el que tenga un mínimo de inteligencia pensara que la forma de acabar con el botellón no es cerrar bares, sino todo lo contrario. Si a los jóvenes se les da la oportunidad de consumir bebidas en zonas preparadas para ello, en horarios razonables y a precios asequibles, no tendrían que sentarse en un bordillo con una bolsa de plástico llena de botellas de alcohol.
Comparar el botellón con que unos ciudadanos consuman una cerveza en la puerta de un bar es a todas luces erróneo, injusto y si me apuran, grotesco. Es un insulto a la inteligencia de las personas que aún les queda un poco de sentido común, desgraciadamente el menos común de los sentidos…...
Los bares crean empleo, crean riqueza para la comunidad por los impuestos que pagan, crean cultura en muchos casos y dan una opción de ocio a los ciudadanos. El botellón crea jóvenes alcohólicos y gasto público, ya que no son pocas las intervenciones de los servicios de emergencia que han de llevarse a cabo para tratar a los jóvenes que se pasan con las dosis ingeridas.
Esta historia viene de lejos. Ya escribí sobre el cierre de la sala Malandar y de la encerrona que le hicieron a La Carbonería, engañando a su propietario diciéndole que podría abrir en breve, pero no diciéndole que jamás podría volver a disfrutarse de una actuación en su escenario y que ni siquiera se podría programar, ya no un concierto, sino ni siquiera un monologo….
No hace mucho fueron locales de la Alfalfa los que sufrieron los cierres selectivos y ahora les ha tocado el turno a los de El Arenal y la Alameda.
En la zona del Arenal han sido clausurados los bares La Boheme, Magallanes, Casa Matías, Arfe 11, el Gallo Negro y la Jolla, situados en las calles Arfe y Dos de Mayo y en la Alameda Corral de Esquivel, Café de Arte, El Hombre Bala y Café Eureka, entre otros.
Cualquier persona que suela frecuentar estos bares sabe que otros muchos locales que se encuentran en sus cercanías cometen el mismo “Delito”, pero no son clausurados. Si la normativa se aplicara al 100% en todos los bares de Sevilla tendríamos que ir a tomar una copa o una tapa a Cádiz, Madrid o Andorra y el número de parados en nuestra ciudad seria aun más alto.
Son muchas familias, que dependen de estos negocios, las que van a pasar unas navidades especialmente tristes, muchos los niños que se quedaran sin sus regalos de Reyes ya que si papa o mama no trabaja no entra dinero en casa, y muchos empresarios que tendrán que seguir haciendo frente a gastos de alquiler, impuestos, hipotecas o préstamos bancarios para adecuar sus locales a las normativas, sin tener ingresos.
Esta es la forma que tiene nuestro ayuntamiento de contentar a unos pocos a costa de hacer sufrir a otros muchos, pisoteando sus derechos fundamentales, entre ellos el de un trabajo digno y estable.
Hablando con algunos propietarios de estos negocios uno se hace algunas preguntas. Por ejemplo; En El Corral de Esquivel iba a celebrarse, al día siguiente, una fiesta de Ganemos, tendrá algo que ver o es simplemente una casualidad? El día que cerraron La Carbonería se celebraba un homenaje a un personaje no precisamente alineado con la ideología de derechas, Paco Ibáñez, será también casualidad….?
El casco antiguo sevillano es una zona de votantes de derechas, históricamente, tendrá algo que ver eso..? En Parque Alcosa o Sevilla Este, por ejemplo, que no son precisamente barrios alineados con el conservadurismo derechoso, no hay cierre de bares, ni siquiera hay mucha presencia policial, será que esos barrios no interesan demasiado a los que nos gobiernan en la actualidad?
No sería más conveniente adecuar las normativas para minimizar las molestias a los vecinos sin atropellar los derechos de los propietarios de negocios legales, los de sus trabajadores y los de los ciudadanos que disfrutan con su cerveza al sol de Sevilla?
Estoy convencido de que hay soluciones para todos. Pero para encontrarlas se exige un mínimo de voluntad y sobre todo trabajo para llegar a ellas. Y eso, mucho me temo, es lo que no hay en el ayuntamiento de Sevilla. Ni lo habrá, al menos mientras una mayoría aplastante de opción de gobernar bajo el signo de: Ordeno, mando y al que no le guste que se joda.
El SPPME-A (Sindicato profesional de policías municipales de España-Andalucía) ha emitido un comunicado en el que expresa su malestar por estar recibiendo denuncias de policías locales de Sevilla que aseguran estar recibiendo presiones para precintar bares. En ese mismo comunicado publican un correo electrónico recibido en el sindicato, de una persona de la que no facilitan el nombre, que paso a transcribir íntegramente porque creo que quien haya escrito esto resume a la perfección el sentir de muchos ciudadanos sevillanos.
“Me siento desamparada. Mi marido tiene un bar en la alameda que anoche la policía local PRECINTÓ a las doce menos cuarto de la noche por estar bebiendo en la terraza sin estar sentados en ella. A tres días de la navidad nos han condenado a más de diez familias a la falta de ingresos absoluta. A esa hora en cualquier bar de Sevilla se daba esa circunstancia pero llevan ustedes incidiendo en la Alameda muchos años, mientras que en otras zonas ni aparecen. Hay órdenes que deberían ser cuestionadas y también su intencionalidad. El sentido de vuestro servicio es la protección de los ciudadanos y la democracia pero os estáis convirtiendo justo en lo contrario cuando os convertís en instrumento de los intereses económicos del que gobierna. Hay una independencia moral que no deberíais perder, porque os necesitamos y no nos ayudáis. Espero que esto llegue a alguien a quien le importe. Gracias por la atención.” Se puede decir más alto pero difícilmente se podrá decir más claro.
Fuente: http://www.detapasconchencho.es/
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