Desde hace mucho tiempo que estoy en contra de estas palabras, porque pienso: si la gente apaga la televisión, ¿cómo va a poder darse cuenta concretamente de dónde, cuándo y cómo un medio de comunicacón dirige la información a su beneficio?
¿POR QUÉ NO APAGAR TELEVISA?
Si la gente que está contra el gobierno en turno (que en 2014 se trata del gobierno priista encabezado por Enrique Peña Nieto, pero ya viene Eruviel Ávila en camino) apaga la televisión, Televisa perderá rating. Sí, pero el mensaje de “Abajo Televisa”, o “Abajo el ‘duopolio’” seguirá sonando igual que hace décadas y seguirá siendo igual de inconsistente, sin pruebas tangibles con las cuales explicarle a la gente los fines “maquiavélicos” de los grandes medios de comunicación y su relación con el poder.
Hoy, en mi ejercicio diario de monitorear los medios de comunicación (por cierto, cada vez hay menos espacios donde los mexicanos nos podemos enterar realmente de lo que está pasando en el país, porque ya ni los medios tradicionales de izquierda se salvan del “copiar-pegar” los comunicados de Presidencia), estaba viendo Las Noticias, en Foro TV. El canal que presume su mayor libertad editorial, pero que a final de cuentas sigue perteneciendo a Televisa, y que cuando se trata del Presidente o del gobierno, tiene la misma postura que el Canal de las Estrellas, con sus noticiarios con López Dóriga o Loret de Mola.
Cuando comenzaron a dar la nota de Michoacán, para mi gran sorpresa e indignación, aseguraron que el representante regional de Human Rights Watch justificaba la estrategia del gobierno federal en Michoacán, por el conflicto de las autodefensas y los Caballeros Templarios. ¡Momento! Un par de horas antes, en El País, yo acababa de leer un artículo donde la misma persona de HRW hablaba de manera crítica de la respuesta del gobierno ante el mismo conflicto (por cierto, tal vez también les interese leer este artículo del mismo periódico español).
“El Gobierno de Peña Nieto ha sido ambiguo con las autodefensas”, dice el encabezado, donde se incluyen varias citas que critican al gobierno federal (muy distinto a lo que dijeron en Foro TV, sin poner una sola cita, ¿no?), como la siguiente:
“El Ejército mexicano no tiene preparación, no rinde cuentas a nadie y está acostumbrado a cometer abusos con total impunidad”.
O qué les parece ésta:
“Políticas inconsistentes y vacilantes en materia de seguridad (del gabinete de Peña Nieto)”
Sí, el ejercicio del monitoreo de medios y de corroboración de la información puede ser tedioso (y más cuando toca el turno de poner los pésimos noticiarios de Televisa o TV Azteca), pero ayuda a tener una visión más completa de los hechos, y a ver concretamente en qué puntos “miente Televisa”.
Pero en eso no debe quedar. ¡No! Porque todo mundo está ya a la defensiva cuando se trata de ver las noticias en una de nuestras principales cadenas de televisión, o en la mayoría de los periódicos impresos mexicanos (ojo, La Jornada también está dando mucho que desear últimamente al respecto, aunque todos sepamos de su tendencia de izquierda).
Lo importante es decírselo a la gente más propensa a quedarse con esas versiones sin cuestionar, y también nosotros mismos cuestionar a los medios que preferimos consumir, y realizar una revisión de la misma información en otros medios, porque a final de cuentas, todos tienen sus preferencias y son pocos los que realmente informan de manera independiente, o se escapan de repetir lo que los políticos (de izquierda, centro y derecha) dicen, sin un filtro o sin una visión crítica.
¿Qué otros ejemplos de este tipo de contradicciones pueden dar? ¿Qué medios leen/ven/escuchan ustedes para informarse? ¿Creen (al igual que yo) que a veces la mejor manera de saber realmente lo que pasa en México es consumiendo medios extranjeros?
Recuerda: ¡NO apagues la televisión, NO apagues Televisa! Vela y cuestiona, puntualiza sus “mentiras”, porque el discurso de “Televisa manipula” ya todo mundo lo conoce, incluso la misma Televisa, y desde hace años está preparada para defenderse de ese discurso vacío (pero no menos cierto). Y aunque pueda ser cansado, haz el ejercicio de enlistar todas esas contradicciones para tener algo concreto y tangible con qué argumentar y defender tu postura.