No apto para conducir por ser gay

Por Gaysenace

Cristian Friscina


Italia es un país que no deja de sorprendernos. Cierto es que se trata de hechos aislados, pero las noticias que se multiplican en dicho país sobre opiniones y acciones homófobas comienzan a ser preocupantes. La última de ellas ha sido la denegación de la renovación del carné de conducir a un joven por ser gay.
Que la Iglesia católica oculte en el Vaticano a un sinfín de homosexuales forma parte de lo cotidiano. Los hay, y muchos, pero ya no sorprende. Que el Gobierno de Berlusconi y sus socios de la ultraderecha se descuelguen con declaraciones políticamente incorrectas es más de lo mismo. Sin embargo, que no renueven el carné a un joven por ser gay no es un hecho que podamos calificar como usual.
Cristian Friscina, un joven de 33 años de Brindisi, en el sur de Italia, tenía que renovar su carné de conducir tras cumplirse el plazo de diez años y fue a hacerse el reconocimiento médico exigido para tal actualización. Su sorpresa vino al comprobar que, remitida la documentación al Ministerio de Transportes, este le comunicó que perdía el permiso de conducir. "Sufre una grave patología que podría resultar un impedimento para la seguridad de la conducción", señalaba el informe médico, realizado en un hospital militar de Bari (sur). Esa grave enfermedad era la homosexualidad de Friscina, informa el diario italiano La Repubblica. Según las autoridades, el hecho de ser gay, en términos psicofísicos, "impedía [a Friscina] ser idóneo para tener el permiso de conducir".
La crónica sobre este nuevo esperpento relata un hecho que muchos situaríamos en otros países en el caso de que no conociésemos la identidad del afectado ni la ciudad en la que se produjo. Sin embargo, ha sucedido en la Europa de las libertades que ampara y respeta los derechos fundamentales de todos los ciudadanos independientemente de su orientación sexual.
Pues bien, el afectado ha recurrido la decisión mientras las organizaciones en defensa de los derechos de los homosexuales han vuelto a denunciar el tratamiento que recibe este colectivo en Italia, donde son a menudo objeto de discriminación y donde este tipo de noticias suelen pasar sin gran eco entre la población.
Se trata del segundo caso de estas características en el país. En 2005, un tribunal de Catania (Sicilia) dio la razón a un joven a quien también se le denegó la renovación del carné de conducir por su orientación sexual. El tribunal estimó que "la homosexualidad no entra en la categoría de enfermedad mental." Durante el juicio, el abogado del Ministerio de Transportes alegó que, al declararle no apto, "no se consideró la mera constatación de su homosexualidad, sino también su situación clínica de sufrimiento mental".