“No busco generar grandes imágenes sino poder llegar a hacer un arte vivo”, Laura Carrascosa Vela, autora del proyecto “Como la casa mía”

Por Sabdiel Sabdiel Batista @sabdielbatista

Solo en Madrid viven actualmente más de 50.000 chinos, una comunidad que se ha convertido en objeto de estudio, pasión y responsable de bellas e intensas relaciones de la fotógrafa Laura Carrascosa Vela. Hablamos con ella para conocer más a fondo un trabajo que ha traspasado las fronteras de lo meramente fotográfico para convertirse en un proyecto coral.

El desarraigo es un tema central en tu obra. Ya en tu trabajo Vorhandenheit, creo ver cierto sentimiento de pérdida y desubicación en los viajes que realizas junto a tu padre por la geografía española y parece ser que Como la casa mía es un proyecto perfecto para ti: El retrato de la nueva generación de chinos que nacen en el sur de Madrid y que se encuentran con un pie en China y otro en España.

¿Qué hay de la comunidad china y qué hay de ti en este proyecto?

Lo que ambos compartimos en este proyecto es nuestra edad y el periodo histórico en el que vivimos que creo que es el causante de este desarraigo. En francés arraigarse (enraicement, extraído de la filosofía de Simone Weil) es también asimilarse e integrarse. En un mundo cada vez más global y menos concreto, con miles de millones anónimos iguales, desvinculado de la historia y dominado por el dios ciencia y el dinero, es complicado encontrarse. Y creo que esto es independiente de la población y el género. Por un lado podemos ser quien deseemos e ir donde queramos, pero por otro lado ya no tenemos tan claro quién hemos de ser. Cosas como la familia, la amistad, el sentimiento de territorio o el papel del estado están cambiando y con ellas nosotros.

El caso de las personas chinas me parece especialmente interesante porque, aunque llevan emigrando desde hace siglos (sobre todo desde finales del siglo XIX), es ahora cuando están en boca de todos y cuando las cifras se están disparando. Un país que históricamente ha estado apartado ahora quiere relacionarse más. Además, creo que ellos tienen un sentimiento de comunidad que nosotros los occidentales desconocemos. De hecho, nunca he oído decir “la comunidad española” y eso que China es mil veces más grande. Y precisamente por esta concepción de “comunidad” les metemos a todos en el mismo saco.

Intento reflejar ciertas ideas que tenemos de China y los chinos con un toque irónico, aunque a veces pienso que sólo yo entiendo mi sentido del humor.
Y de mí está todo lo demás… Son mis ojos y mis pensamientos y si no me sintiese reflejada hace tiempo me habría cansado porque no soy nada constante. Somos lo que vemos y vemos lo que somos, ¿no?

Chiñoles, tal y como muchos chinos se autodenominan, son una generación que tienen mucho que ver con los famosos milennials que aparecen estos meses constantemente en prensa. Valores y aspiraciones contrapuestas a las de sus progenitores y el ocio como centro de sus vidas, serían dos características que los definen

Cada generación se narra a través de diferentes canales, aunque estoy seguro que en los chiñoles el medio visual es el que prima. ¿Qué medios y juegos estéticos así como narrativos usan los chiñoles?

Creo que en la actualidad el medio visual es el que prima en los chiñoles, los chinos, los españoles y los ciudadanos del primer y segundo mundo en general. En octubre de 2015 leí una entrevista muy interesante de Laia Abril y Joan Fontcuberta sobre esto, Hablamos fotografías. Ahora bien, no quiero sentar cátedra pero la cantidad de aplicaciones y dedicación que tienen los chinos a lo visual no la he encontrado en otras personas. Intercambiando fotos con una “amiga” de Facebook descubrí la app Meitu Xiu Xiu, con la que retoca su imagen virtual hasta adecuarla con su imagen ideal. Como resultado salen cosas súper locas y dejan constancia de lo creativos y experimentales que son. Esto no lo había visto jamás.

También he presenciado una entrega y una participación mayor que en otros colectivos en cuanto al diálogo y auto-conocimiento. Por ejemplo en el grupo de Facebook de chiñoles en el que estoy, siempre están debatiendo y si pones un post te contestan muchísimas personas. Una vez les puse lo que yo entendía como “chiñol” para ver si se sentían identificados con mi interpretación y me contestaron de inmediato. El término chiñol es fascinante y desde que lo descubrí estoy enganchada. Lo comenzó a usar Shaowei Liu en una entrevista para globalasia.com. De este post surgió una definición muy sencilla y clara: el chiñol no acaba de ser ni chino ni español; no encaja al 100% en ningún lado pero se mueve bien en ambos aunque le vean raro desde los dos. También me empezaron a nombrar otros conceptos: FOB (fresh on boat), banana (amarillo por fuera y blanco por dentro) o ABC (american born chinese). Incluso un chico añadió de broma otra acepción para ABC: andalusian born chinese. Pero si pongo un post sobre arte la cosa ya cambia… Sobre todo si saco el tema de hacerles fotos.

La comunidad china siempre se ha tratado de una manera morbosa y etnocentrista así que imagino que es normal que sean reticentes.

Tú, como fotógrafa, te sientes atraída por esta generación con la que por un lado compartes ciertos sentimientos, y por otro lado, por la aventura que supone descubrir una cultura muy diferente a la española ¿Cómo abordas un trabajo fotográfico intentando mantener a raya una mirada etnocentrista? ¿De qué intentas huir a la hora de desarrollar imágenes y con qué has experimentado?

La realidad (o la “antigua realidad” como diría Jameson) es fotografía puesto que no es más que un compendio de imágenes, simulacros y sentidos. Entonces, la fotografía se representa a sí misma. La fotografía no es algo distinto a la realidad. Y la fotografía no es, para mí, la sustituta de la pintura. No me interesa tanto salir a “documentar” los jóvenes chinos y el chinatown como vivir el acontecimiento y, en el enfrentamiento fotográfico, enfrentarme conmigo misma y con nuestras limitaciones. No busco generar grandes imágenes sino poder llegar a hacer un arte vivo.

Cuando empecé con este trabajo hacía fotos de lo que me llamaba la atención y me parecía gracioso. Luego me daba cuenta de que esto era tonto y que incluso a veces caía en el racismo. Fosi Vegue y Antonio Xoubanova, director y tutor del máster que hacía entonces en Blank Paper, me ayudaron mucho con esto. También mi compañera Gloria Oyarzabal que trabaja acerca del ideario colectivo sobre África.

Fui alejándome de la anécdota y acercándome a la emoción. Fui alejándome del salir con la cámara a fotografiar a la gente y acercándome a darle un papel activo a los protagonistas. Estuve trabajando en la celebración del Año Nuevo chino junto con los vecinos de Usera y la comunidad china, expuse en el barrio y vinieron los propios retratados, me he apuntado a un curso de cultura china en el ICEI… Quería tomar conciencia del tema que iba a tratar.

La fotografía no es, para mí, la sustituta de la pintura

Hay personas que utilizan la xenofobia como vía para reforzar su identidad. Creo que todos hemos actuado alguna vez desde el odio porque tenemos miedo. Si preguntas a transeúntes de distintos países su opinión y augurios sobre China, es probable que se repitan las palabras inseguridad, vulnerabilidad, desconfianza, poder, crisis… Pero, ¿por qué? Desde occidente hemos construido esta imagen que no tiene mucho sentido porque, si revisas la historia, China es un país que no confronta. No es un país hegemónico.

Es una pena pero ser racista y sabihondo sale gratis. Hace menos unas semanas el periodista Sánchez Dragó llamó “mamarrachos” a 2.500 chinos en su artículo China cañí, publicado en El Mundo. Parece que ni al periodista ni al periódico les importó hacerlo. Espero que al resto de personas sí.

Xirou Xiao y Laura Carrascosa

En esta aventura en la que te has adentrado trabajando alrededor de una comunidad que ya cuenta con más de 50.000 habitantes solo en la Comunidad de Madrid, has dado con una suerte de alma gemela procedente de China que llegó a España hace 4 años y que posee un fuerte interés por el arte

¿Cómo ha sido vuestro encuentro y de qué formas habéis crecido en vuestro trabajo al establecer una relación bastante intensa?

Cuando decidí que iba a trabajar sobre esto estaba muy emocionada y se lo conté a todo el mundo. Un día de enero del 2015 mi amigo Jose Andrés López me dijo que había conocido a una chica china muy interesante en un curso de danza. Esa misma mañana Xirou me escribió por Facebook y así fue como nos encontramos. Fue súper directa y clara: le interesaba la poesía y el cuerpo, quería generar conocimiento sobre China a través del arte y saber si sus compatriotas estaban felices y satisfechos en España. Le conté mis ideas y contestó: “hay mucha tela que puede tirar”. Esa semana quedamos, intercambiamos motivaciones, conectamos, hicimos fotos y surgió una bonita amistad. La foto del arco iris es de ese día. Quedamos en la plaza de la luna, que está al lado de la que era mi escuela, y vino con sus mandarinas, su mítico gorro rosa y una sonrisa enorme que nunca se quita.
Desde entonces solemos hablar a diario y quedar a pasear por Usera, comer, escuchar música… Algo que nos une mucho es la música.

Aunque ya había hecho fotos antes de conocer a Xirou, no las sentía mías. Y cuando llevé al máster que estaba haciendo los retratos de Xirou, todos se olvidaron de las anteriores fotos.
Siempre me decía que no había que hacer “solo fotos” y que había que trabajar con la gente mano a mano. Conocerla cambió totalmente el sentido de mi proyecto y su presencia en las fotos es clave para que mis imágenes puedan llegar al público, porque ella le pone todo el corazón al trabajo y encarna mis pensamientos que, por suerte, suelen ser también los suyos.

Xirou ha hecho que Como la casa mía encierre más sentidos de los que en un principio iba a abarcar. Un título que se refería al traslado iconográfico y al hogar desplazado o perdido, al final acaba remitiéndome a los vínculos personales y a cómo nosotros mismos (nos) hacemos hogar.

MAN DA RI NA es el resultado de trabajar junto Xirou Xiao en talleres para los jóvenes chinos inmigrantes de nueva generación que viven en Usera refexionando sobre arte, sobre la manera en que nos comunicamos, acerca del racismo, de las ideas de belleza, de barrio, etc. El collage como práctica artística ha tenido un gran peso y estoy seguro de qué has vivido experiencias muy interesantes que te han hecho aprender mucho.

¿Qué destacarías de estos talleres?

Los talleres surgieron porque expuse parte del trabajo en la junta municipal de Usera durante el Año Nuevo Chino. Queralt Lencinas y Concha Lorenzana, las mujeres que lo organizaban, se interesaron por MAN DA RI NA e ir más allá de las imágenes por lo que pensamos en organizar unas visitas guiadas para colegios. Diseñamos unas actividades centradas en el juego y el diálogo y algo que nos llamó mucho la atención fue que la mayoría de los niños no sabía lo que era el racismo ni las razas. Por un lado nos alegró mucho y por otro nos entristeció tener que explicarlo. También algo que no se me olvidará es cuando preguntamos si les parecían guapas las personas de las fotos y una niña contestó: “tienen ojos, boca, nariz… ¿cómo no van a ser guapos?”.

Los collages los hacíamos después de jugar y dialogar. En las fotos vimos cómo en Usera se hace collage (el llamado pastiche) y, entonces, nosotros pasamos a hacer collage con las fotos. Salía de todo y surgían debates bonitos. Recuerdo que los primeros días no paraban de escribir “gay” y no entendía por qué. Me di cuenta de que Xirou trajo inocentemente la revista Shangay creyendo que se refería a la ciudad y aprovechamos el aprieto para hablar sobre homosexualidad. Los alumnxs tenían total libertad para recortar, pegar y dibujar y luego colocarlo en el lugar de la sala que quisieran y esto que a nosotras nos parecía super normal a ellos les entusiasmaba.

Collage realizado por Pan Hao, alumno del I.E.S Pedro Salinas

Parte de tu trabajo fue presentado la pasada semana en Blank Paper en la exposición colectiva Odisea, aprovechando la fiesta de 10º aniversario de escuela, que además te concedió una beca para estudiar con ellos hace 1 año.

Podrías comentarnos qué podemos encontrar de tu trabajo en esta exposición y si se va a materializar en el futuro en alguna exposición, proyección, libro, página web…

Odisea refleja el viaje que supone un proyecto fotográfico. Un viaje que sabes dónde empieza pero no dónde acaba. Voy a mostrar una selección de los collages, los cuestionarios que rellenaron los alumnos, vídeos del intercambio de fotos con la chica que se auto-retoca, vídeos de Xirou y yo interactuando… El material del proceso de trabajo.

Yo quiero publicar un fotolibro, pero aún no sé bien qué es lo que va a aparecer de todo esto. Creo que el libro es sólo una parte del trabajo por lo que paralelamente haré una web compartida con Xirou donde iremos subiendo nuestros juegos, descubrimientos y aventuras. Y si surgen más exposiciones yo encantada… Aunque lo que más me gustaría ahora es poder ir a centros culturales, bibliotecas o colegios y seguir experimentando con las imágenes.

Web oficial | Laura Carrascosa Vela

Exposición | Blank Paper

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“No busco generar grandes imágenes sino poder llegar a hacer un arte vivo”, Laura Carrascosa Vela, autora del proyecto “Como la casa mía”

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Xataka Foto

por
Adrián Morillo

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