"No busques el final que a ti o a mí nos tienen reservado los dioses (que por otra parte es sacrilegio saberlo), oh Leuconoé, y no te dediques a investigar los cálculos de los astrólogos babilonios. ¡Vale más sufrir lo que sea! Puede ser que Júpiter te conceda varios inviernos, o puede ser que éste, que ahora golpea al mar Tirreno contra las rocas de los acantilados, sea el último; pero tú has de ser sabia, y, mientras, filtra el vino y olvídate del breve tiempo que queda amparándote en la larga esperanza. Mientras estamos hablando, he aquí que el tiempo, envidioso, se nos escapa: aprovecha el día de hoy, y no pongas de ninguna manera tu fe ni tu esperanza en el día de mañana."
Horacio poeta latino que 65 A.C. y murió el año 8 a.c. "Odas"
Si pudiera detener el tiempo no se cual tiempo detendría. Está el que transcurre en mi mente, el tiempo subjetivo, últimamente para mi ha sido rápido y caótico. Está también el tiempo real, el de la gente, el del resto de las personas. Ese es más justo, transcurre igual para todos.
No me he llevado bien con el tiempo esta semana. He estado demasiado al pendiente suyo, y él no me ha dejado concentrarme en lo que debo. ¡Qué audacia la mía! YO NO ME HE CONCENTRADO EN LO QUE DEBO.
Si pudiera detener el tiempo, creo que no lo detendria. El tempus fugit, de la mano del carpe diem son parte de la vida. No tendria sentido no equivocarme aunque la derrota duela cuando ocurre. Quien sufre por el tiempo es quien no lo aprovecha. Estos días he visto pasar el tiempo en ráfagas sentado tratando de leer mis libros. Tratando de... y no leyendo: yo antes no era asi. El tiempo subjetivo puede pasar rápido porque se disfruta o porque nos acerca a un fin inexorable. En mi caso es un parcial, y mi incapacidad para estudiar bien que lleva tiempo. Quienes lean esto háganme un favor: no se dejen enloquecer por pavadas tan grandes como lo he hecho en estos dias. A no preocuparse por pequeñeces, a no enfocarse en los problemas.
En fin, mi semana aun no termina, seguiré luchando. Aunque no tenga ganas porque es lo que debo hacer, pero en mi surge un cada vez más grande NO QUIERO! y no puedo comprender de donde viene. Maldita disociación de los deberes y los gustos que marcan la presencia de la vida adulta... Hoy quisiera ser niño devuelta, o al menos permitirme disfrutar del ser jóven.