Ayer por la tarde estuve organizando material fotográfico y encontré unas fotos de mi último viaje a Bolivia. La de la entrada se corresponde con una pareja de parabas o guacamayos azul amarillos, Ara ararauna (Linnaeus, 1758). Los encontré en un parque de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) donde vivían en semilibertad. Las parabas son grandes aves 70 – 100 cm. que forman parejas de por vida, monógamas yfieles, comportamiento este que también encontramos en otras especies de aves. Alser especies monomórficas, es decir, que carecen de dimorfismo sexual, resulta difícildistinguir los sexos. Son muy sociables, viven en parejas o en grupos que en algunos casos pueden superar el centenar de individuos, bastante gregarios porque van siempre a alimentarse a los mismos sitios, a dormir a los mismos lugares, etc. Los chirridos típicos, que emiten especialmente durante el vuelo, son para comunicarse con el resto de la bandada. Las guacamayas tienen una figura esbelta, larga cola y colores brillantes muy llamativos : rojo, azul, verde o amarillo. Anidan en salientes rocosos, en grandes árboles, etc. Poseen un fuerte pico, ganchudo, con el que rompen semillas, cortezas de árboles, arrancan trozos de arcilla que toman con fines medicinales, etc. sus patas tienen 4 dedos que emplean activamente en la manipulación de los alimentos como si fuesen manos, también se alimentan de brotes, hojas, flores, pero preferentemente son frugívoros.
Se incluyen en la familia de las psitácidas (loros) que agrupa a unas 350 especies. Los loros habitan en las regiones tropicales de todo el mundo (Asia, África, América y Oceanía) y en las zonas templadas de Australia y Nueva Zelanda, por lo que cabe considerarlo un grupo de éxito. Se encuentran desde 0 hasta unos 4000 m de altitud, en las zonas más diversas: desérticas, semidesérticas, bosque seco, bosque húmedo, bosque de ribera, áreas urbanas, etc. Si volvemos a centrarnos en los guacamayos vemos que comprende seis géneros (Ara, Primolius, Diopsittaca, Anodorhynchus, Orthopsittaca, Cyanopsitta) que habitan en la región neotropical, desde el sur de México hasta el norte de Argentina.
Conservación
Quien no se acuerda del “Capitán Flint” sobre el hombro de John Silver gritando: ¡Piezas de a ocho! De estas inteligentes aves es harto conocida la facilidad para su domesticación y su capacidad para imitar la voz humana lo que las ha convertido durante siglos en animales de compañía. Sin embargo, hoy en día debemos decir que la viabilidad de muchas especies está en serio peligro precisamente por su atractivo para los humanos, lo que genera un enorme tráfico de especies para el mercado de mascotas, aunque gracias a la "CONVENCIÓN SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES", CITES por sus siglas en inglés, se ha avanzado algo en la lucha contra el comercio ilegal y en la persecución de las bandas organizadas de delincuentes que convierten este comercio ilegal en su modo de vida. Luego vienen losusos propiamente locales como alimentación, confección de adornos con sus plumas con fines tradicionales o destinados al comercio de artesanías que deben administrarse mejor. Otras veces el problema para estas bellas aves viene de los agricultores que los cazan simplemente para que no les coman sus cultivos, y finalmente el otro gran problema se deriva de la eliminación de su hábitat natural por talas masivas que destruyen sus zonas de anidamiento y alimentación. El resultado de todo esto es que varias especies de parabasestán en la lista roja de la UICN lo que es indicativo del grave deterioro de la biodiversidad en las regiones afectadas. No obstante, la labor de conservación en la región andina está redoblando esfuerzos con un serio trabajo de investigación, conservación y divulgación. Como el hábitat de estas preciosas aves está muy fraccionado es fundamental concienciar a las comunidades humanas que habitan el área de distribución porque eso es clave. Sabemos, por experiencias en varios lugares, que si se administran correctamente los recursos del planeta también pueden generarse ingresos económicos. El primer lugar para educar en estos valores son las escuelas, desde donde además este conocimiento pasa de los niños a los mayores, ayudando así a concienciar a toda la población. Sin duda, este es uno de los motivos más importantes para divulgar el conocimiento de la naturaleza. Por otra parte vienen las propuestas de conservación como la reforestación unida a la educación, por ejemplo, yo nunca olvidaré cuando en la escuela nos llevaron a plantar un árbol. El atractivo turístico de los parques en los que se protege a estas especies también es una importante fuente de ingresos regional, tras esto lógicamente tiene que haber programas de rehabilitación, reintroducción, etc. Un ejemplo de esto que comento puede verse en el “Ecocircuito de la Paraba Frente Roja”. De la paraba de frente roja, Ara rubrogenys (Lafresnaye, 1847) sólo quedan unos 800 ejemplares por lo que está amenazada y en peligro (EN) según la clasificación de la UICN. Una especie que guarda cierto parecido con la pareja de la fotografía que ilustra esta entrada es la guacamaya garganta azul, Ara glaucogularis (Dabbene, 1921) ave endémica de las selvas del Beni (Bolivia) de la que quedan menos de 200 ejemplares, es decir, como en el ejemplo anterior está amenazada, pero en peligro crítico (CR) según la clasificación de la UICN. La lista de guacamayos amenazados es más larga, con esta entrada espero que a nadie que la lea se le vaya a ocurrir comprar guacamayos, sinceramente, creo que si alguien quiere una mascota hay otras especies más apropiadas.
Un saludo
Bibliografía:
- Rodríguez Mahecha, J.V., Rojas Suárez, F., Esther Arzuza, D., González Hernández, Andrés. Loros, pericos & guacamayas neotropicales. Arca de Noé. Conservación internacional. Series libretas de campo. Bogotá D.C. 2005 Colombia.