No creas sus mentiras: Microsoft aún odia a Linux, y planea destruirlo

Publicado el 20 noviembre 2016 por Moktar
Esta semana nos recibió con una noticia sorprendente: Microsoft hacía más gala aún de su amor a Linux uniéndose oficialmente a la Fundación Linux como miembro platino, membresía por la que pagará $500.000 dólares al año a cambio de cierto control directivo. Podrá haber sido un hecho insólito, pero de ninguna manera se trata de una buena noticia. Durante estos últimos días, el portal Tech Rights no ha dejado de advertirnos sobre los peligros que esto representa.
Esta semana hemos sido bombardeados con ingentes dosis de propaganda por parte de Microsoft, mostrándose como el nuevo amigo incondicional y apoyo de la causa GNU/Linux, y sin embargo, los ataques del gigante de Redmond contra el pingüino continúan. Esta gigantesca campaña de desinformación, que proviene tanto de la Microsoft como de la misma Fundación Linux, ha elegido omitir deliberadamente las verdades intenciones de Microsoft: tener a Linux, su principal competidor en casi todos los ámbitos, bajo su control, bajo su control. O peor aún: una estrategia de E.E.E. —adoptar, extender y extinguir— para minimizar a Linux.
Tuvimos experiencias muy dolorosas con C y C++, entonces Microsoft llegó con .NET, nosotros dijimos: "¡Sí! Eso es lo que queremos".
— Miguel de Icaza, fundador de GNOME, hoy empleado de Microsoft. 

Adoptar, extender y extinguir

No, no se trata de una retorcida teoría conspirativa. El término E.E.E., siglas en inglés para 'Embrace, Extend and Extinguish' es un nombre dado por el Departamento de Justicia Estadounidense a una estrategia de tres fases usada por Microsoft para dejar a sus competidores libres y open-source fuera del mercado y forzar a los usuarios a usar tecnologías propietarias controladas por ellos mismos. Estas tres fases son:
  1. Adoptar: Microsoft anuncia públicamente que dará apoyo a un estándar tecnológico abierto asignando empleados para colaborar con sus respectivas organizaciones (como el W3C, o el IEFT)
  2. Extender: Microsoft implementa el estándar (al menos parcialmente), pero añadiendo paulatinamente extensiones propietarias que sólo estarán disponibles en sus propios productos. Ante esto, Microsoft alega que se tratan de beneficios extra para sus clientes, quienes demandan estas nuevas características.
  3. Extinguir: valiéndose de cualquier medio disponible, que va desde implementar su estándar ampliado en sus productos para servidores a incluirlo en sus herramientas de desarrollo, aumenta forzosamente el uso de sus extensiones propietarias; hasta el punto de que los competidores que no siguen la versión estándar creada por Microsoft se ven incapaces de competir. Es entonces que el estándar de Microsoft se convierte el único relevante o en el estándar de facto, permitiéndole a la compañía controlar el mercado debido a que controla el estándar.

Una aplastante derrota para Linux

De acuerdo con las pistas proporcionadas por Tech Rights y que muchos hemos notado el primer día desde que se anunció el ingreso de Microsoft en la Fundación Linux, todo se trataría de una gigantesca estrategia de E.E.E. con la cual socavar y eventualmente enterrar toda competencia o alternativa libre/open-source en Linux: empezando por imponer el uso de .NET y SQL Server, ambas propietarias (.NET fue hace poco convertido en open-source, pero sólo en parte).
La primera pista que respalda esta postura nos fue advertida el día que se anunció su membresía: Microsoft innauguraba su ingreso a la Fundación lanzando la primera beta pública de Microsoft SQL Server, su sistema de gestión de bases de datos, para Linux, un momento histórico, y un funesto presagio para el futuro. Canonical no perdió tiempo, y tan pronto como se anunció su disponibilidad, se anunció a Ubuntu como la primera distro de Linux en recibir a SQL Server en sus dominios. Comenzando así la primera fase.
Con todo, sigue pendiente el tema de las patentes que Microsoft, aún en la actualidad siendo miembro directivo de la Fundación Linux y haciendo gala de un malsano ensañamiento (cual nazis acelerando las deportaciones al ver que perdían la guerra), usa para extorsionar a Linux y Android. Así lo ha denunciado Jan Wildeboer, ingeniero de Red Hat, al enterarse de la membresía platino de Microsoft:
Me pregunto qué significarán para Microsoft y su ingreso a la Fundación Linux esas más de 250 patentes [que Microsoft] licencia a los fabricantes Android.

Algunos sitios no hacen más que celebrar la noticia sin detenerse a pensar por unos instantes las posibles consecuencias; nos llaman inconscientemente a regocijarnos. Pero no, definitivamente no. No se trata de una relación amorosa entre Microsoft y Linux, se trata a grandes rasgos de un ataque hacia Linux, de imponernos .NET y SQL Server. No se trata de software libre o de código abierto, sino de software propietario. No es una victoria para la Fundación Linux, sino una aplastante derrota, y de cómo Microsoft logró comprarla por sólo medio millón de dólares.