Según la OIT la economía social es un concepto
que designa a las empresas y organizaciones con la característica específica de
producir bienes, servicios y conocimiento, a la vez que persiguen tanto los
objetivos sociales como económicos, y promueven la solidaridad. En estas organizaciones las personas están en
el centro de los proyectos, existe una
participación democrática en las decisiones. Son iniciativas que surgen
de inquietudes personales, se construyen desde la colaboración, y están encaminadas
al beneficio social. Se da más importancia al ser humano que al dinero. No
tienen el lucro como único objetivo, sino que además tienen un fin social. Es
ante todo un tipo de negocio que contribuye a generar valor social, crecimiento
económico y empleo, lo cual se puede producir mediante el tipo de actividad
(organizaciones que trabajan en sectores sociales), o por el tipo de impacto
(empresas con una misión y un impacto social ubicadas en sectores que no lo
son).La economía social se fundamenta en los
principios de desarrollo económico respeto del medio ambiente y el compromiso
con la cohesión social, siendo pionera en las prácticas de responsabilidad
social. Hace tiempo que se viene diciendo que hay que reconsiderar la forma en
la que hacemos negocios, la forma en que las empresas funcionan, su lógica y
sus fines últimos. Aunque no debería confundirse la RSE y la economía social, desde
la RSE ya se han hecho llamamientos a integrar la ética en la cultura
corporativa, a situar a los empleados en un primer plano, a integrarse en la
sociedad, contribuyendo a su crecimiento y a respetar escrupulosamente el medio
ambiente.La RSE, como concepto, debería pasar a ser la
herramienta central de gestión de la empresa y no un área marginal, muchas
veces situada en el departamento de comunicación o marketing. La RSE debería
estar en el núcleo de cada empresa y en la forma de actuar tanto de los
directivos como de los trabajadores. La RSE debería ser una asignatura
fundamental que se enseñara en todas las facultades y en todas las escuelas de
negocio.Las empresas sociales son organizaciones que
viven de sus productos y servicios, y que además son capaces de continuar
creciendo y crear empleo, incluso en periodos de crisis. No olvidemos que la
empresa social debe ser rentable, o por lo menos ser auto-sostenible. Por eso
deberíamos apoyar a todas aquellas empresas o personas que inician el camino de
la empresa como elemento para transformación de la sociedad. Además, son
organizaciones dirigidas y promovidas por la innovación. La innovación es parte
de su naturaleza, ofrecen respuestas innovadoras y vanguardistas a los retos. A la economía social se le ha llamado también
economía solidaria como forma de distanciarla de la economía “real” pero ¿no
deberíamos todas las empresas seguir los principios de la economía social? ¿No
deberían ser estos los valores de cualquier organización? ¿No deberían las
empresas acercarse al modelo de las empresas sociales con una gestión
transparente, democrática y participativa; comprometidas con el desarrollo
local; que favorezcan la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la
conciliación de la vida familiar y laboral y la generación de empleo estable y
de calidad?Como señala el Consejo Empresarial Español para
el Desarrollo Sostenible en su documento “Visión 2050, una nueva agenda para
los negocios” seguir haciendo negocios como siempre no nos puede conducir a la
sostenibilidad o a una prosperidad económica y social segura, pues éstas sólo
se podrán alcanzar si cambiamos radicalmente nuestra forma de actuar desde
ahora mismo. Para desempeñar su función, las empresas tendrán que seguir
haciendo lo que mejor saben hacer: adaptarse, innovar, colaborar y actuar.