No dejemos morir a las empresas

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Para los administradores de raza, para los defensores de las reales fuentes de trabajo sustentables, una quiebra significa una pérdida irreparable y la extinción de la ilusión, la calidad de vida y la posibilidad de un futuro mejor de muchas familias. Es por eso que habitualmente dedicamos nuestro espacio a ayudar a los emprendedores y empresarios PYMES a resguardar su capital, porque del trabajo que generan, dependerá el bienestar de personas y por supuesto, de la comunidad que la rodea.

Ejemplos como los que vamos a exponer, son toques de atención, alarmas que debemos encender para estar muy atentos. Las empresas son el patrimonio de la humanidad económica y social. No podemos permitir que se extingan porque nuestro futuro va asociado a ellas. Este es uno de los tantos ejemplos de cómo una firma que dejó su estado embrionario para alcanzar su etapa de desarrollo pleno, cierra sus puertas sin antes alcanzar la madurez a pesar de haber luchado para saltar su punto de quiebre.

Adiós a un clásico: quebró la marca de ropa para chicos Coniglio Miércoles 18 de Junio de 2014 14:32:00

18-06-2014 Supo tener 50 locales y facturar u$s60 millones. Sin embargo, la empresa fundada por José Ignacio De Mendiguren bajó la persiana.

En marzo de 1998, cuando The Exxel Group pagó u$s8 millones por Coniglio, la marca fundada por José Ignacio De Mendiguren, era la líder indiscutida del negocio de ropa para chicos.

Para entonces, la etiqueta sumaba 50 locales y una facturaciónestimada en 60 millones de pesos-dólares. Pero en menos de cinco años y de la mano del Exxel Group, la empresa se convirtió en retazos de lo que había llegado a ser.

En ese tiempo, fue cerrando cada uno de sus locales y perdió el primer puesto en ventasa manos de Cheekyy Mimo & Co, dos firmas familiares que hoy lideran el mercado. No era una etiqueta estratégica para Vesubio -controlante hasta ese entonces- y por ello el tradicional conejito que era ícono fue desapareciendo.

Tras haber querido dar pelea en el mercado, bajó la persiana. En 2004 un grupo de emprendedores liderado por el constructor Jorge Greco y la familia Hinz fue por la revancha. " La marca había desaparecido, pero los clientes no sabían bien por qué. Por suerte, el posicionamiento, el nivel de recordación y la percepción de calidad de los productos no se devaluaron", aseguraba Greco a Apertura.com, desde el nuevo showroom de la avenida Córdoba.

Tenían previsto inaugurar 22 sucursales y recuperar posiciones con franquicias. No exigían fee de ingreso ni tampoco regalías a sus potenciales socios, sino un desembolso de $20.000 para el mobiliario y de entre $50.000 y $70.000 en ropa.

El objetivo era facturar unos $5 millones en una primera etapa. Los resultados, sin embargo, estuvieron lejos del sueño inicial. Hoy diez años después y tras varios intentos fallidos que incluyeron también traspasos accionarios la compañía terminó en concurso y finalmente en la actual quiebraque fue decretada este miércoles en el Juzgado número 26, secretaría número 51. El plazo para la verificación de créditos se extiende hasta el 11 de agosto y el síndico designado es el Estudio Vergara, Sala, Spinelli y Asociados.

FUENTE: http://www.iprofesional.com/notas/189633-Adis-a-un-clsico-quebr-la-marca-de-ropapara-chicos-Coniglio

Coniglio SA: confecciones; Av. Córdoba 4934. El juzgado decretó su quiebra en su ex juicio de concurso preventivo. Verificación de créditos hasta el 11 de agosto. Síndico: Estudio Vergara, Sala, Spinelli y Asociados; Ciudad de la Paz 1564, piso 2°, B. Juzgado N° 26, secretaría N° 51.

En estas cuestiones ya no tiene sentido ponerse a rezar. Para evitar casos como estos, es indispensable trabajar en la sustentabilidad de la organización. Los motivos por los cuales una empresa cierra sus puertas son variadas, algunos son por decisión de sus dueños. Sobre ello, poco se puede hacer al respecto, solo mostrar que más allá de la rentabilidad, existe una responsabilidad social. Para los casos de mala praxis directiva, la respuesta es la "arquitectura organizacional". Allí debemos poner nuestros esfuerzos. Construir una empresa que pueda sostenerse en el tiempo y sea capaz de sortear el contexto que la rodea, adaptable a los cambios, flexible, capaz de aprender de sus errores y de multiplicar sus aciertos.

Lic. Claudio M. Pizzi Director www.dorbaires.com

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