No dejes caer en rutina la rutina: Parte II.

Publicado el 05 marzo 2015 por Esferatextual

Son miles las razones para no ir al gimnasio o salir a ejercitarte como más te guste, puede que sean: falta de tiempo, de entusiasmo, o, simple y llanamente, pereza absoluta. No obstante, aquí es donde trabajan los objetivos a seguir, que ayudan a combatir esos momentos de dudas y devaneos para practicar la actividad física.

A medida que la vida diaria se desarrolla, los procesos humanos cobran mayor vertiginosidad, es decir: resultados aquí y ahora. Las exigencias que marcamos a nuestras vidas siguen ese devenir constante de la instantaneidad; caso contrario con los objetivos “fitness” o físicos, en donde prima el valor del esfuerzo, de tomar el camino paso a paso y, no dejándose vencer por los contratiempos diarios.

Como dice el refrán popular: “El que no tiene tiempo para el ejercicio tendrá tiempo para la enfermedad”. Y, en cierto punto tiene razón, ya que, el desarrollo físico, en especial el deportivo, tiene un resultado de impacto positivo sobre nuestra salud, que, incluso, trasciende más allá de nuestro organismo corporal y genera beneficios mentales.

“Runner’s high still legal in all 50 states”, que en español más o menos sería “La elevación del corredor es todavía legal en los 50 estados”; de acuerdo con este famoso refrán de corredores norteamericanos y que ya acapara al resto del mundo, nos predica sobre el nivel de placer y bienestar que produce el acto de correr. Una vez terminado el circuito o el entrenamiento las endorfinas (hormonas de la felicidad) invaden al cerebro humano y lo elevan a un punto de optimismo mental inigualable, llevándole hasta el punto de compararlo con una sensación narcótica, debido a que estos neurotransmisores están conformados por elementos opioides (aclaro, con esto no quiero decir que correr es como drogarse).

El reto que te presentamos en Rincón del Músculo es el siguiente: cada vez que estés cansado de la jornada laboral o simplemente aburrido, en donde tu estadio mental sea la pereza mental o física, sal a dar un paseo, una caminata, trota, corre, maneja bicicleta, y, verás, como mejorará tu humor una vez empezado y terminado el ejercicio, la cuestión es nunca dejar caer la rutina en rutina.