No digas nadaBrad ParksPlaza&Janés, 2017496 págs.Serie: autoconclusiva
Sinopsis
Los hechos más horribles comienzan de la forma más sencilla...
Unthrillerjudicial repleto de suspense, giros sorprendentes, tensión y drama. Por el único autor que ha recibido los premios Shamus, Nero y Lefty.
El juez Sampson no presume de una vida perfecta, pero la realidad lo confirma: tiene un trabajo de prestigio y una familia a la que ama. No ha fallado una sola vez a la cita semanal con sus gemelos, el día de Piscina con Papá, hasta que cierto miércoles recibe un mensaje de su mujer, Alison, en el que le comunica que ella recogerá a los niños.
Sin embargo, cuando Sampson llega a casa descubre que sus hijos no están con su madre y que no ha sido ella quien le ha enviado el mensaje. En ese momento el teléfono suena y comienza la pesadilla de cualquier padre: los han raptado. Si el juez no sigue ciertas instrucciones y no falla a favor en un caso que lleva, las consecuencias serán terribles.
Opinión
Hace unos días salió un nuevo thriller judicial de la mano de la editorial Plaza&Janés. Ya sabéis que son mi predilección y que no suelen fallarme. Además el autor del libro tiene en su haber ser el único que ha conseguido recibir los premios Shamus, Nero y Lefty… No digas nada.
Comenzamos el libro conociendo al juez Sampson el cual los miércoles se lleva a sus dos hijos a la piscina. Veremos que recibe un mensaje de su mujer diciendo que será ella quien los recoja. Así que, el juez vuelve a casa, tranquilo y relajado, hasta que llega su mujer sin los niños. Comienza la alarma, la angustia y la pregunta ¿Dónde están? Justo en ese momento reciben la llamada nefasta que le confirmarán que alguien ha raptado a los niños y si quieren volver a verlos deben mantener el silencio como único aliado… ¿Qué será lo que buscan los secuestradores? Así comienza una locura de acciones por parte del juez y su mujer donde intentarán “no decir nada” y harán lo que les manden hacer, incluso el juez tendrá que realizar cosas que no le gusten.
Los personajes están muy bien perfilados, son muy reales, quizás sus acciones sean algo irreales, y que no sean susceptibles de la realidad de un juez. Pero, ¿tú qué harías si a tus hijos los raptan? Obedecer. Y eso es lo que hacen, dejan la policía, la ley atrás e incurren en una vorágine de silencios, dudas, recriminaciones, mentiras entre ellos mismos… El juez será nuestro narrador y con sus ojos nos trasladará el pavor y desesperación que sufre ante la situación. También el autor nos regala pequeños capítulos donde veremos la situación de los niños y el trato que tienen con sus secuestradores. Exceptuando el juez que sí que está bastante bien dibujado, los demás quedan en segundo plano consiguiendo que dudemos de todos y que nos intrigue acciones ambiguas.
Un thriller judicial muy real, muy cinematográfico, frenético por momentos. Aunque en un principio le cuesta arrancar y baja el ritmo bastante: las primeras hojas son muy locas, luego se calma el asunto para conseguir un mejor perfil psicológico de los personajes y entrar en profundidad en el tema tan complejo como es la justicia, los juicios y todo el tema judicial en EEUU, en este momento baja intensidad y se vuelve algo aburrido ya que sustancialmente no pasa nada, la verdad. Avanzado ya la mitad de la novela comienza a remontar y vuelven a pasar multitud de acciones, descubrimientos imprevistos, revelación de secretos, conspiraciones judiciales y económicas, vueltas de tuercas para dar con un final apoteósico, muy emocionante y feroz.
Me ha gustado mucho. Al principio se me hizo algo latoso, pero hacia la mitad de la novela remonta, comienzan a pasar cosas, y vamos intentando vislumbrar ciertos asuntos oscuros que hay detrás de todos los personajes. El final me ha parecido impresionante. Mejora sustancialmente toda la novela. Y aunque parezca de película, creo que es muy real, muy dramático, y sorprende ya que no esperas un final de este calibre. Una historia espectacular donde el tema judicial está conseguido y atrae al lector por el misterio que destila, y consigue su propósito, entretenernos y quedarnos absortos.
con un final muy potente