No encajo en este mundo

Por Emmaamme

Hoy es uno de esos días en los que siento con más claridad que nunca que no encajo en este Mundo. Que hay un Hogar más denso que este Presente, que tan presente tengo, que está esperando a que vuelva. Que existe un “algo” que me resuena a Familia, por la familiaridad con la que lo percibo, que no es de Aquí, aunque quizás sí sea de Ahora. Que existe otro Mundo, con otra moralidad (o sin ninguna), con otras prioridades, con otra energía, con otra vibración, con otras miradas, con otras sonrisas, con otras experiencias, con otra Luz… que echo muchísimo de menos y que, cada vez que lo Recuerdo, mi garganta se queda sin Voz.

Hoy es uno de esos días en los que ‘me quiero ir a casa’ y no puedo marcharme porque no sé cuál es la dirección.

Hace casi 4 años dí un giro de 360º (en espiral) a mi Vida. Hace casi 4 años que empecé a sentirme ‘rara’, ‘extraña’, ‘de otro planeta’. Hace casi 4 años que escuché por primera vez a mi Alma. Desde entonces, no he dejado de ‘darme vueltas’. De ir recordando, a veces con pequeñas dosis y otras a gran escala, lo que es eso a lo que llaman AMOR. De recoger memorias. De soltar lo que ‘ya no Es’.

Mi personalidad alberga tanto el Cielo como la Tierra. La Luna como el Sol. El Mar como la Montaña. La compañía como la soledad. El ‘tú’ como el ‘yo’. Tanto lo espiritual como lo terrenal.

Si me alejo de alguno de ellos, siento que no estoy completa. Que me falta. Que me falto. Pero, a la vez, si me acerco demasiado, me sobra. Me sobro. Mi plenitud se haya en el equilibrio constante entre lo de arriba y lo de abajo. Ni andar mucho por las nubes ni tocar demasiado el suelo con los pies.

Es una mezcla entre echar un polvo y hacer el Amor. No por separado. A la vez.

Y esa mitad+mitad=UNO, me cuesta mucho encontrarla. En la amistad, en el trabajo, en la pareja, en una ciudad… Conozco a muy poquita gente con la que me sienta cómoda, a gusto. Hablando o en silencio. Con la que a los 10 minutos no me apetezca largarme de su vera. Con la que comparta unos valores/actitudes básicos para mí, como son el respeto, la honradez, la honestidad, la tolerancia, la humildad , la libertad, el desapego, la compasión, la alegría y la positividad. Y que, a su vez, no ‘se vuelen’ la cabeza de “Paz y Amor, y el plus pal salón”, tan fingidos muchas veces por tanta gente…. Que sepan disfrutar de lo que les rodea. Que no estén envueltos en quejas y quejas y más quejas. 

Es como estar buscando, sin buscar, una aguja en un pajar. Siendo esa aguja, la Felicidad. 

No conozco a nadie que se sienta así. Cada uno tiene que lidiar con lo suyo. Lo mío, es esto. Desde que nací.

Hoy es uno de esos días en los que tengo la certeza de que en mi Interior habita un SER que no tiene nada que ver conmigo. Con esta Creencia de ‘quién soy’. De mi nombre. De mi ficción. Que es pura BELLEZA (de corazón). Puro AMOR. Al que doy alcance alguna que otra vez pero que la mayoría del tiempo no estoy a su ‘altura’. Ni mucho menos. Por muchas palabras bonitas que escriba. Por muchos ‘me gustaría’. Por muchos ‘algún día’. Por mucho que ‘vaya de’, aunque de vez en cuando vaya. Sigo no aceptando según qué comportamientos. Sigo juzgando. Sigo creyendo que hay cosas que están bien y otras que están mal y que no DEBERÍAN ser así. Por mucho Plan Mayor al que me ‘deba’. En mí y en los demás. Sigo deseando un Mundo más Justo (y con mi creencia de justicia, además). Sigo añorando la PAZ allí fuera (a todos los niveles) para que mi dentro no se tambalee. No se RE-Sienta. ¿Egoísmo? Sí, también. ¿Honestidad? Mucha. Pero ya está. Ésa es mi única sabiduría. Expresar lo que siento sin miedo al que dirán. Por muy en contra que vaya ‘de’. Me trae sin cuidado. Me es indiferente. Me resbala la opinión de los demás. ¿Chulería? Quizás…

Un SER…. que me sostiene para que me quede y siga caminando. Para que siga Sintiéndome. Para que siga Descubriéndome. Para que me siga Viviendo. 

Para que Vuelva a AMAR, sin ninguna otra ‘medida’ más.

‘Hoy’ ha sido una de esas semanas en las que la Luna me ha despertando varias veces de madrugada, en las que el cansancio ha iluminado mi morada y en las que la inminente ‘Bendita Regla’, me han susurrado con todas sus fuerzas que ‘qué pinto aquí, en esta puñetera (y a la vez adorada) Tierra’.

Ése Sentir (de no encajar) que en ocasiones me invade, me señala que no estoy con quién o dónde tengo que estar. Es la brújula que me guía hacia mi sitio. Hacia mi verdadero Hogar.


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