Autor: Zenaida Bacardí de Argamasilla Hoy haremos un elogio de la vejez, utilizando como excusa, si es que acaso hiciera falta alguna, la historia personal deClint Eastwood.El gran actor norteamericano ha mostrado toda su vida un enorme agradecimiento a su abuela, debido al impulso inicial que ella le brindó en su carrera y sin el cual, según su propia confesión, jamás habría alcanzado el estatus de estrella."He tenido muchos mentores en mi vida, declaraba Eastwood en una entrevista, pero el apoyo más crucial fue el de mi propia abuela. De todos sus nietos, creo que fui, sin duda, uno de sus favoritos. Ella siempre me alentaba. Ella siempre pensó que iba a ser algo en la vida, cuando nadie, incluyéndome a mí, pensaba que iba a llegar a nada.""Las personas mayores, proseguía Eastwood, tienen mucho que aportar. Uno nunca sabe la sabiduría que guarda dentro, hasta que comienza a entregarla a los demás. He tenido la fortuna de hablar a diferentes grupos de cine en todo el país y en distintas universidades. Y debo decir que siempre he disfrutado enseñando a los jóvenes y a la vez aprendiendo de ellos".
Me encanta la historia de Clint Eastwood, porque contiene mucha de las ciencia precisa para el tránsito equilibrado por la vida; un intercambio perenne entre lo que has de dar y lo que recibes por ello. También me encanta el afecto hermoso que conserva por su abuela y el agradecimiento inolvidable de su apoyo. Y, por último, me fascina su decisión de entregar el conocimiento y experiencia adquiridos a los más jóvenes, como parte del bendito proceso de vivir y como una manera de devolver lo que a él le dieron otros mayores antaño.
Saber envejecer, dicen, es un arte y no todos son capaces de practicarlo con estiloEs cierto que la vida va pesando con los años y todo lo que lleva consigo, se hace más difícil de afrontar a medida que envejecemos. ¿Soluciones?. Los expertos señalan que las claves para envejecer con éxito incluyen la aceptación de los cambios y la búsqueda de actividades significativas.Asumir que el tiempo pasa y llenarlo de alicientes permanentes.
Envejecer es parte de la vida, imagina la alternativa. De hecho, nos estamos preparando toda la vida para envejecer. No podemos detener el tiempo, ni habría que pretenderlo, pero si es posible hacernos cómplices de él a través de la conservación de alguna esperanza y procurando mantener bien planchados, sin arrugas, nuestros más queridos sueños.Reflexión final. "En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos."(Marie von Ebner Eschenbach)