No era la luz

Por Candreu
Esta semana he pasado por Vitoria, Bilbao, Santander, Zaragoza y Madrid. En Bilbao tuve la oportunidad de comer en el Palacio de Urgoiti con Jesús Gómez. En la sobremesa me contó los experimentos que en los años 20 y 30 se hicieron en Hawthorne Works, una fábrica de la Western Electric -la división manufacturera de AT&T- a las afueras de Chicago.
La compañía encargó un estudio para comprobar la posibilidad de aumentar la productividad de sus trabajadores aumentando la iluminación ambiental. La productividad de los trabajadores aumentó en el momento en que los niveles de iluminación eran aumentados. Pero también aumentaba en aquellos momentos en que la iluminación se reducía. Al terminar los experimentos, la productividad volvía a los niveles normales.
Desde la Universidad de Harvard explicaron  que la mejora de la productividad no se debía por tanto a las modificaciones del nivel de iluminación sino al efecto motivador que sobre los trabajadores tenía el saber que alguien, aunque sólo fuera para hacer un estudio, se preocupaba por ellos.
Hace ya unos cuantos años que procuro, cada día, contactar con cinco personas de las que hace tiempo que no se de ellos. Me cruzo en la carretera con un camión de su empresa, duermo en uno de los hoteles de su compañía, paso por un sitio en el que estuvimos la última vez, es su cumpleaños... y le mando un correo, o le llamo por teléfono. El sentirnos recordados, el que alguien se interese por cómo nos va la vida, es una de las cosas que nos ayuda a seguir en la lucha diaria...
¿A quien le vas a dar esta semana la sorpresa de tu recuerdo y cariño?