Está claro que hace semanas que se instaló en la agenda pública la situación de las megaminerias con todo lo que ello implica para el daño ambiental y las ganancias extraordinarias que fluyen fuera del país; un claro contraste de distinta vara a la hora de tratar los medios hegemónicos la situación con las petrolíferas. La cuestión de la minería es un tema sensible que en principio, ata de manos por un lado al Gobierno nacional desde la profundización en la federalización con la reforma constitucional de 1994, donde la potestad en la toma de decisiones es claramente provincial. Ahora bien, no quita esquivarle el bulto a la discusión: es, sinceramente, una paparruchada servir en bandeja a los intereses corporativos un "montaje" como sucedió el otro día en Olavarría donde el supuesto obrero "Antonio" era un reconocido dirigente del PJ de esa localidad. ¿No es muy evidente que semajante estupidez no iba a dar a la luz inmediatamente? Como suele suceder en estos casos, como sucedió con el caso Schoklender, los medios oficialistas o simpatizantes del proyecto se llaman a silencio... ¿no les resultará un tanto decepcionante a varios que se nos trate de disuadir sobre un tema tan polémico mediante esta tomadura de pelo? ¿con qué herramientas se puede contar luego para discutirle a un contrera o a un influenciado por los medios ante esta pelotudez inoportuna?Hablo desde el lado de la indignación, porque esto son errores innecesarios que oscurecen y manchan todas las acciones significativas realizadas por el kirchnerismo... y nos hace sentir estupidos, por más que mantengamos nuestras convicciones y lealtad hacia el proyecto.El otro asunto que me molestó de sobremanera es la actitud de Garré que no condenó publicamente la feroz represión en Tinogasta, y salió como muchas veces lo hizo Anibal Fernandez a inmiscuirse en temas irrelevantes, al menos comparados con temas delicados como la represión. ¿Es necesario salir a denunciar al periodismo amarillo de América por un montaje de un robo y no decir ni "A" en torno a la represión? Con todo el respeto: ¿recien ahora se escandalizan ante una tapa morbosa de Crónica? ¿Cuantas tapas de mal gusto, cuantos desfiles de cadaveres desfilaron en sus páginas sin el menor repudio? Dejense de joder, no es momento de cometer errores groseros que, encima, son muy pelotudos...
Está claro que hace semanas que se instaló en la agenda pública la situación de las megaminerias con todo lo que ello implica para el daño ambiental y las ganancias extraordinarias que fluyen fuera del país; un claro contraste de distinta vara a la hora de tratar los medios hegemónicos la situación con las petrolíferas. La cuestión de la minería es un tema sensible que en principio, ata de manos por un lado al Gobierno nacional desde la profundización en la federalización con la reforma constitucional de 1994, donde la potestad en la toma de decisiones es claramente provincial. Ahora bien, no quita esquivarle el bulto a la discusión: es, sinceramente, una paparruchada servir en bandeja a los intereses corporativos un "montaje" como sucedió el otro día en Olavarría donde el supuesto obrero "Antonio" era un reconocido dirigente del PJ de esa localidad. ¿No es muy evidente que semajante estupidez no iba a dar a la luz inmediatamente? Como suele suceder en estos casos, como sucedió con el caso Schoklender, los medios oficialistas o simpatizantes del proyecto se llaman a silencio... ¿no les resultará un tanto decepcionante a varios que se nos trate de disuadir sobre un tema tan polémico mediante esta tomadura de pelo? ¿con qué herramientas se puede contar luego para discutirle a un contrera o a un influenciado por los medios ante esta pelotudez inoportuna?Hablo desde el lado de la indignación, porque esto son errores innecesarios que oscurecen y manchan todas las acciones significativas realizadas por el kirchnerismo... y nos hace sentir estupidos, por más que mantengamos nuestras convicciones y lealtad hacia el proyecto.El otro asunto que me molestó de sobremanera es la actitud de Garré que no condenó publicamente la feroz represión en Tinogasta, y salió como muchas veces lo hizo Anibal Fernandez a inmiscuirse en temas irrelevantes, al menos comparados con temas delicados como la represión. ¿Es necesario salir a denunciar al periodismo amarillo de América por un montaje de un robo y no decir ni "A" en torno a la represión? Con todo el respeto: ¿recien ahora se escandalizan ante una tapa morbosa de Crónica? ¿Cuantas tapas de mal gusto, cuantos desfiles de cadaveres desfilaron en sus páginas sin el menor repudio? Dejense de joder, no es momento de cometer errores groseros que, encima, son muy pelotudos...