Revista Coaching

No existen más las vacaciones? O se puede vivir de vacaciones?

Por Gabrielschwartz
Acabo de volver de mis vacaciones y, nuevamente (el año pasado también me pasó),  me tocó trabajar desde afuera del país.
 Suelo irme 30 días, en enero. Este es 5to año que lo hago.
Y esta fue la primera vez que comuniqué, claramente, que "todo enero" no iba a estar en la Argentina. Siempre me daba algo de miedo decir que tomaba un mes de vacaciones. Y de culpa, creo. Pero me estoy poniendo más grande y más sano.
Esta vez tuve bastante trabajo. Además de los estudios psicotécnicos (cuento con un equipo de profesionales que entrevistan a los candidatos, administran las técnicas y me envían el material escaneado para que pueda hacer el informe), tuve unas cuantas entrevistas con potenciales candidatos. Cuando recibía el CV, pactaba con el postulante una horario para encontrarme por skype, teniendo en cuenta la diferencia horaria. No tuve dificultades, la única vez que no se concretó la reunión virtual fue por mi culpa: había tardado más de lo previsto en llegar a mi hotel, desde la playa.
Los encuentros fueron muy productivos, aunque no contaron con la imagen porque prefería asegurarme que el ancho de banda estuviese disponible para transmitir la conversación. Probablemente, si hubiese estado en ciudades más importantes y con mejor servicio de Internet, hubiese podido "ver" a mis entrevistados.
Incluso concreté un cliente nuevo que me consultó a través del site: le envié un presupuesto, verifiqué que lo había recibido y contesté sus dudas. Me pidieron una evaluación y la puse en marcha. Y hasta gestioné, a la distancia, el reclamo del pago porque tardaron en transferirme.
Finalmente, también hablé por skype con un cliente - diciéndole que le hablaba desde Medellín! - y me encargó una búsqueda que me implicó poner un anuncio y hacer las primeras gestiones del reclutamiento y selección de posibles candidatos.
Cuando regresé estaba ansioso por hablar, sobre todo, con mi cliente, el que había necesitado que entreviste candidatos por skype. Y me soprendió cuando me dijo, naturalmente, "funcionó el sistema, te agradezco que me hayas seguido en la dinámica y me hayas respondido o enviado informes un sábado o un domingo". Claro, yo no tenía problemas: para mí era lo mismo cualquier día de la semana!
Pensándolo, hubo momentos en que me planteaba si, realmente, eran vacaciones. Si no debía, literalmente, "desconectarme" y relajarme.
El planteo duraba hasta el primer chapuzón en ese mar tibiecito y transparente!
Charlándolo con un amigo pensamos que depende del estilo personal de cada uno la posibilidad de juntar "trabajo y esparcimiento". Hay quienes prefieren cortar con todo.
Y qué pasará en el futuro?
Probablemente existan más vacaciones mezcladas con el trabajo.
Seguramente se acabarán los fines de semana.
Y, también, las empresas achicarán sus oficinas ya que aprenderemos a trabajar y generar vínculos sin necesidad del contacto "cara a cara".
Cualquiera puede aventurar pronósticos, yo también!!
Y hay quienes pensarán que las mías no son vacaciones. Pero yo tiendo a pensar que la posibilidad de vivir todo el año de vacaciones, está más cerca.

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