Pasqualina Curcio.- Tampoco necesitamos ayuda humanitaria, lo que requerimos es que EEUU, Canadá y la Unión Europea levanten el bloqueo financiero y comercial contra el pueblo venezolano. Que deroguen las medidas coercitivas unilaterales e ilegales. Que cesen el ataque contra nuestra moneda. Que las empresas transnacionales farmacéuticas que residen en Venezuela, de las cuales ninguna ha cerrado sus puertas, abastezcan desde dentro del territorio los medicamentos que requerimos los venezolanos.
El Príncipe jordano, Alto Comisionado saliente del Consejo de DDHH de la ONU, quien debe saber mucho de monarquía pero poco de democracia, ha hecho innumerables intentos para desde ese espacio, justificar una intervención humanitaria en nuestro país. Lo último fue entregar, sin el mandato de los países miembros del Consejo, un informe que desde el título “Violación de los derechos humanos en Venezuela” muestra parcialidad.
Este informe carente de toda rigurosidad ha servido para que en la 39 sesión del Consejo de DDHH se introdujese un proyecto de resolución en el que se busca sentar las bases para una intervención “humanitaria” en Venezuela, mismo procedimiento seguido cuando Libia, actualmente destrozada y en conflicto armado.
Es irresponsable afirmar que hay crisis humanitaria en un país que como Venezuela, a pesar de las agresiones económicas, ha construido más de 2 millones de viviendas los últimos 5 años; que está desarrollando un plan de vacunación con más de 11 millones de dosis aplicadas; en el que 3 millones de niños disfrutan de planes vacacionales y más de 8 iniciarán el año escolar; en el que ninguna escuela o universidad se ha cerrado; en un país en el que se distribuyen alimentos subsidiados para 6 millones de familias.
Resulta contradictorio calificar de crisis humanitaria a un país cuya tasa de desocupación está por debajo del 6%, sus exportaciones aumentaron 17% entre el 2016 y 2017, y según la CEPAL, sigue encabezando la lista de los menos desiguales en la región.
Sobre los 47 países miembros del Consejo de DDHH de la ONU que voten a favor de ese proyecto de resolución, pesará la responsabilidad histórica de una eventual intervención “humanitaria” en Venezuela, que es lo mismo que decir, vulnerar la paz de todo un continente.
Pasqualina Curcio@PasquicurcioAnuncios