No hay dinero

Publicado el 27 abril 2012 por Cronicasbarbaras

Mariano Rajoy anunciaba en una rueda de prensa en Colombia que “no hay dinero para pagar los servicios públicos”, aunque dispondría de un fondo de contingencia si limpiara las administraciones públicas de parásitos.

Tímidamente se ha comenzado a hablar de la fusión de muchos de los 8.109 municipios que hay en España, cada uno de los cuales tiene su alcalde y 66.162 concejales con sueldo y/o dietas, y algunos hasta cuentan con “Jefa de protocolo”, como un pueblecillo de 4.044 habitantes en Pontevedra.

Medio país de familias enchufadas por el otro medio de familias enchufadas anteriormente, fenómeno que va incrementándose conforme cambian los gobiernos, porque los de los anteriores se quedan y los nuevos se traen a sus propios brotes verdes.

Por ejemplo, nada sabemos de los famosos 680 asesores de Zapatero en Moncloa. Aquél lugar sigue lleno de gente, ya se chocan por los pasillos, lo que da a entender que los viejos deben continuar, y que han brotado nuevos cogollos.

Los 1.256 diputados de las 17 autonomías y dos ciudades autónomas, que como antiguos caciques en algo tienen que distraerse, siguen dictando leyes sobre el sexo de los ángeles que rompen la unidad social y de mercado español y europe.

Según un estudio elaborado por tres asesores de la Presidencia del Gobierno, que reproduce elespiadigital.com, en España hay 445.568 políticos trabajando en todos los niveles de la Administración, así como en todo tipo de empresas públicas o participación de fondos públicos, fundaciones, entes, observatorios, consejos, defensores, agencias, direcciones etc.

En el Poder Judicial los funcionarios de un dogmatismo ciego elevados por el exprimer ministro, especialmente en la Fiscalía del Estado, buscan desesperadamente resituarse.

“Colócame a este amigo en tu sala” le dicen unos jueces o fiscales a otros, y ahí tiene usted a alacranes dogmáticos zapateristas que le clavarán el aguijón al nuevo protector en cuanto cambien las tornas, porque el zapaterismo es una enfermedad incurable.

No hay dinero porque "España y yo somos así, Señora": país de dráculas que chupan a los trabajadores tanto, que terminan haciéndolos nuevos dráculas.

Finalmente, toda España será Drácula encerrada entre ajos y crucifijos puestos por sus vecinos europeos para que se extinga sin poder chupar sangre ajena.

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