No hay huelga sin revolución ciudadana

Publicado el 19 marzo 2012 por Monetarius

La asociación Facua-Consumidores en Acción ha pedido a los ciudadanos que den un paso más allá -quizá el único que muchos y muchas puedan dar al no poder jugarse el puesto de trabajo- y no participen en la huelga general solamente como trabajadores, “sino también como consumidores”, invitándoles a que no compren ni contraten nada el 29 de marzo, día en el que está convocada la huelga general. Señal de que la huelga ya está reinventándose.

Es un día donde conviene arriesgar un poco para tener mañana más días donde no tengamos que estar arriesgándolo todo. Como las nubes de mosquitos de las que hablara Naomi Klein con motivo de Seattle, el día de la huelga hay que hostigar pacífica y creativamente a los que nos hostigan violenta y monótonamente todos los días. Un día para hacer la calle nuestra y nuestras sus esquinas y aceras, para demostrarle a los grandes almacenes que no pueden almacenar nuestros sueños ni nuestras necesidades porque somos más y nuestros bolsillos cada vez son más grandes,  un día para que los ricos no se encuentren a gusto en sus caros restaurantes ni en sus lujosos clubes y tengan que compartir con los que tienen hambre sus alimentos deconstruidos con espuma de obrero sobre lecho de caviar de Beluga. Un día para dar clases en las calles y las plazas explicando porqué estamos perdiendo lo que casi ni siquiera hemos llegado a tener, para cambiar las televisiones por velas y teatro callejero, para hacer nuestra versión de Semana Santa del Santo Trabajo Amenazado haciendo largas procesiones que transiten por todas las carreteras de nuestro santo país, dando prioridad a nuestra queja antes que a coches y autobuses. Un día para celebrar la Constitución de Cádiz rodeando de artículos constitucionales la Zarzuela y recordando que si hay Juan Carlos de Borbón es porque hubo Fernando VII. Un día para entrar en todos los bancos a preguntar por el gerente, y si son bancos alemanes, decir a los esquiroles, a los miedosos o a los servicios mínimos en la ventanilla: Entschuldigen Sie, ist Herr Kaputt Manager da? Un día para apostar a que no va a haber apuestas ni casinos ni eurovegas porque vamos a estar de huelga general. Un día para poner un contador de personas en la Puerta del Sol y demostrar que somos decenas de miles reclamando otro futuro. Un día para quedarnos con la cara de los que le digan a sus trabajadores: “si no vienes a trabajar el día de la huelga, tampoco vengas ya el viernes”, y hacerles ver que podemos darles tanto miedo como miedo van ellos sembrando con su inhumanidad. Un día para pedirle a los jueces que hagan justicia defendiendo el derecho a la huelga y que detengan a los empresarios matones que niegan a los más débiles ese derecho. Un día para decirle a la policía que su principal misión es defender los derechos de la ciudadanía, y que el principal derecho, hoy, cuando estamos perdiendo la democracia, no son los cajeros ni los macdonalds ni la circulación de los autobuses o del metro. Un día para decirle a los estudiantes que sin tomar las calles y paralizar este suicidio colectivo que es el desempleo, el empleo precario, los despidos, los desahucios, los recortes, va a dar igual que estudien o que no estudien. Un día, y una noche previa, para reinventarnos la democracia que nunca tuvimos y para reforzar la democracia que estamos perdiendo.

Un día, en suma, para decir: estuve allí e hice lo que estuvo en mi mano.