Cuatro de cuatro. Los Hawks han derrotado a los Celtics en los cuatro enfrentamientos de esta temporada. Los verdes no son capaces de contrarrestar la rapidez y la potencia física de los jugadores de Atlanta y, con una defensa poco agresiva, sucumben una y otra vez ante el equipo de Mike Woodson.
Ayer los Celtics tuvieron ventaja sólo en los primeros compases del encuentro porque en cuanto los Hawks empezaron a apretar, tomaron el control del marcador y llegaron a tener diferencias cómodas.
Los Celtics siguen acusando falta de precisión en su juego, demasiadas perdidas de balón, mala defensa y poco rebote. Ante equipos de esta intensidad no estan pudiendo imponerse. Si además le añadimos una extraordinaria actuación más de Jamal Crawford (que hasta llegó a transformar un lanzamiento desde media pista) se dibuja un guión que ya hemos vivido esta temporada y que Doc Rivers ha sido incapaz de modificar.
Paul Pierce centralizó casi todo el juego ofensivo de los Celtics. Anotó 35 puntos con unos porcentajes estratosféricos (11 de 15, 12 de 13 en libres). Kevin Garnett encestó 15 y recuperó 7 rebotes pero los demás anduvieron en cifras muy modestas. La fuerza, intensidad, y velocidad del juego de Atlanta se les atragantó y ya se vio en la primera parte que no tenían argumentos para dar la vuelta al marcador. Lo único que eran capaces de hacer era impedir que las diferencias fueran más altas.
Los Hawks son un equipo muy bien armado. Tienen físico, pero también un juego exterior importante. Reunen juventud, talento, pero también tienen jugadores importantísimos que estan ya muy curtidos en la liga. Esta interesante mezcla es la que está propiciando que actualmente sea uno de los mejores equipos de la liga y uno de los más difíciles de frenar por la variedad de recursos que atesoran. Con el triunfo de ayer se han situado segundos en la Conferencia Este, sólo por detrás de Cleveland Cavaliers.
Su gran figura, el All Star Joe Johnson, anotó 27 puntos, Josh Smith (no hay en la plantilla de los Celtics un hombre que pueda defenderle en condiciones) aportó 12 y 7 rebotes, el recientemente elegido All Star por primera vez, Al Horford, se quedó en 11 y 8 rebotes pero, sin duda alguna, el factor desequilibrante fue una vez más Jamal Crawford. Convertido en sexto hombre, el ex-jugador de los Knicks anotó 28 puntos siendo sus canastas autenticas bombas en la línea de flotación de los Celtics. Su rapidez, atrevimiento, y buen tiro no pudieron ser frenados por la endeble defensa verde.
Así pues, dos derrotas consecutivas ante dos rivales directos en el Este. Mal augurio para el partido de mañana en el Garden ante los actuales campeones, Los Angeles Lakers. Se necesita más que nunca que los jugadores se abstraigan de lo ocurrido y dediquen toda su energía al partido ante los californianos. Hay que remontar y pensar en olvidar los problemas del grupo por una noche. Una victoria ante los Lakers supondría una inyección de moral tan alta que sería una base para intentar recuperar la estabilidad en el juego.