No hay nada más gratificante en el mundo que ser madre. Si bien es cierto que es una verdadera bendición también es cierto que es un trabajo a tiempo completo. Una vez que te conviertes en madre de repente eres también enfermera, chófer, terapeuta, cocinera, niñera, diseñadora de moda, economista, maestra, cuenta cuento, cazadora de monstruos, maestra, peluquera, nutricionista y seguro que me dejo algún que otro rol por el camino…
Tenemos la tendencia en acumular una gran cantidad de trabajos, que al fin y al cabo se traducen en más y más presión sobre nosotras mismas, y eso es precisamente lo que no necesitamos. Así que no cunda el pánico, voy a compartir contigo algunas de las estrategias que realmente me ayudaron y continúan ayudándome cada día.
¿Estás lista para tener un poco más de control en tu vida? Bueno, sigue leyendo.
Consejo # 1. Paciencia
Deja de intentar ser una superheroína! Cuando nos convertimos en madres nos damos cuenta que hay un millón de cosas que desconocemos de nosotras mismas y una de ellas es precisamente la paciencia. No hay duda de que vas a tener tus días de vez en cuando, y cuanto antes lo aceptes, más fácil será.
Consejo # 2. Prioridades
Haz una lista de tus prioridades haciendo un orden desde por la mañana. Puedes hacerla el domingo antes que comience la semana. Esto te va a ayudar a maximizar tu tiempo, conseguirás hacer todo y cuanto te habías propuesto, sin dejar nada a un lado.
La determinación es lo más importante, darle importancia a lo que se debes hacer ahora, y lo que realmente necesitas para que tu vida sea mucho más fácil y menos estresante. Tome un folio y traza una línea en el medio. A un lado pon lo “Personal” y al otro lado pon “Para mi familia.”
En el lado “Personal” incluye los días y horas que tienes planeado ir a entrenar, cosas que te gustaría hacer, como leer su libro, tomar un paseo en bicicleta, llamar a un amiga, etc.
En el lado “Para mi familia”, anota las citas que tengas, las recetas pendientes, los lugares que necesitas ir, las cosas que necesita pagar o comprar. Haz esto semana tras semana y trata de seguirlo de manera flexible. Cuelga esta lista en tu refrigerador o en un sitio que la puedas ver todos los días.
Trata de involucrar a tu familia en plan equipo, de esta manera será incluso más fácil conseguir tus propósitos semanales.
Consejo # 3. Objetivos
En la mitad inferior de tu folio, en la parte “Personal” anota tus metas para la semana, refiriéndome de nuevo a tus prioridades “personales”. Esto puede incluir desde una sola cosas como “ir a caminar/correr por 10 minutos más, leer un capítulo de tu libro preferido, comer de manera más saludable o incluso beber más agua todos los días.
Trata de ser específica y realista – Sin una buena planificación será más fácil fallar y caer en situaciones de estrés.
En la mitad inferior de “Para mi familia”, anota cuándo deseas o crees que puedes hacer tus obligaciones. Este método te facilitará aún más las cosas, llevar todo y cuanto tienes pensado hacer en tu cabeza solo será más estresante. Escribe todo, bien sea en un calendario, una hoja de papel, o en la opción de la libreta del móvil, esto te ahorrará estrés, te sentirás más pro-activa y segura, y al finalizar el día tendrás una sensación de plenitud y tranquilidad.
Consejo # 4. Manejo del estrés
El primer paso es identificar todas las fuentes de estrés de tu vida: las personas o alguien en especial, un ambiente o un momento o las tareas de cada día. Deja de buscar excusas del porque te sientes estresada, como
” Me estás estresando”. “No me pasa nada, sólo estoy nerviosa” .”Es que tengo un millón de cosas que hacer a la vez”.
Para controlar el estrés y aprender a manejarlo de manera saludables, es absolutamente necesario que seas sincera y crítica. Algunas de las formas más efectivas de manejar el estrés en nuestras vidas es a través de una comunicación efectiva, intentando ser lo más asertiva posible, comprometiéndote con tus seres queridos, aprendiendo a decir que NO (muy importante) y gestionando bien tu tiempo.
Aprende a meditar y despejar tu mente cuando crees que las cosas se salen de tu control. Si necesitas alejarte de una situación y tomar un respiro durante unos minutos, hazlo (por supuesto, trata de hacerlo pacíficamente, sin portazos ni gritos que se escuchen hasta el quinto ;)), siempre y cuando esto sea lo mejor.
Consejo # 5. Saca tiempo para la diversión y/o relajación
Nutrir tu alma es tan importante como el aire que respiras.
Haz por lo menos una cosa al día que realmente te guste, si no puedes todos los días, intenta que sea todas las semanas. No necesariamente tiene que ser algo que implique un gasto económico. Puede ser desde un relajante baño de burbujas, conducir por la playa, pintarte las uñas, leer tu blog preferido o escribir en uno, cocinar una receta nueva, cualquier
cosa que te haga feliz y que te haga sentir bien, ¡hazlo! Creo que es importante que además de ser madres y estar omnipresente, cuidas de ti mismas, sobre todo emocionalmente. No te olvides de ti, el hecho de dormir, comer saludable, hacer ejercicio y sacar “tiempo” para ti te dará las herramientas para ser más eficiente en todas las áreas de tu vida.
Consigue el equilibrio necesario para dominar tu nueva vida, teniendo en cuenta que tu pequeño tiene toneladas de energías y esta empezando a descubrir las maravillas del mundo rebotando por todos lados.
Creo que esta publicación nos sirve de ayuda a más de una, espero que recurras a ella más de una vez, si alguna vez necesitas un descanso.
¿Qué es lo que más te cuesta compaginar en tu nueva vida de mamá? ¿Tienes algún consejo o sugerencia para todas las mamás que estamos por aquí? Deja tus comentarios a continuación.