Como ustedes ya saben yo fui a lo que entonces era un colegio de élite, San Ignacio -los Jesuitas de Sarriá- el de los más "pijos" de Barcelona. No me arrepiento pero también pasé malos momentos, muy malos. Como colegio elitista el bulliyng era habitual (yo lo sufrí suavemente en mis carnes) -como siempre ha sido y será así aunque no lo queramos- y, aunque no tengo pruebas directas, la paidofilia estaba soterrada. Algún "cura fue enviado" a otras latitudes por motivos oscuros.
También les he contado que repetí curso por "tonto" -padezco discalculia- y mal estudiante pero como pueden ver he logrado superar esas adversidades y otras muchas. Por cierto, cuando llegue el final de este blog les explicaré el secreto mejor guardado de mi vida estudiantil. Se quedarán pasmados: emoción hasta el último día.