Hemos podido descubrir por medio de un estudio que las embarazadas no corren riesgo de infecciones u otras complicaciones después de que se les practique cirugía de vesícula o apéndice, al menos si se compara con pacientes que no están embarazadas. Esto es especialmente necesario a tener en cuenta durante el embarazo, y sobre todo en embarazos en que estas cirugías son necesarias para proteger la salud de la madre y también del bebé.
Muchas personas tienen miedo a que durante el embarazo los riesgos de la cirugía sean mayores o aumentos, pero esto no pasa en los casos de cirugía de apéndice o vesícula, según demuestra este estudio.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de la doctora Erekson, de la Facultad de Medicina de Yale, reunieron datos de 1300 embarazadas y 51000 mujeres de la misma edad que no se encontraban embarazadas, utilizando la base de datos para controlar la evolución después de la cirugía de los pacientes. A las más de 800 embarazadas a las que se le extirpó el apéndice, a 4 de cada 100 se les desarrolló alguna complicación al mes de la operación. En el grupo de 19000 mujeres con la misma operación, 3 de cada 100 presentaban un problema tras la operación.
No aumentan los riesgos en estos casos, por lo que si una mujer embarazada se enfrenta a estos problemas nuestra recomendación es operar, sin esperar a después del embarazo, aunque siempre bajo el consejo del médico. Las cirugías que sí pueden esperar o que se puede elegir es mejor que esperen, pero en estos dos casos no se tiene por qué esperar.
Por tanto, en caso de apéndice y vesícula durante el embarazo se recomienda operar, no se recomienda esperar ya que la cosa podría ir a peor o presentarse complicaciones.