Con indignación y escándalo importantes radios, televisiones y periódicos españoles denunciaron esta semana que un libro de texto de Biología y Geología de tercero de ESO le enseña a los adolescentes que “la homosexualidad conlleva un riesgo para la salud”.
El párrafo culpable dice textualmente: “Estudios científicos ponen de manifiesto que la homosexualidad y la heterosexualidad no son equiparables desde el punto de vista de la salud. Esto se debe a la propia naturaleza de la relación homosexual, que supone asumir un mayor riesgo y suele asociarse con multiplicidad de parejas”.
SM, la editorial, se desvinculó inmediatamente del libro, aclarando que “solo es para el diseño del material”, mientras las redes sociales, convertidas en la conciencia colectiva, exigen estos días su retirada.
Una nueva acometida de la corrección política que quiere prohibir una información que las propias organizaciones de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGTB) desean divulgar para evitar numerosas enfermedades de transmisión sexual.
Concienciación necesaria porque la transmisión de esas enfermedades, especialmente el VIH, se debe a la ausencia de precaución en muchas relaciones por falta de información, en especial en las áreas más pobres de todas las sociedades.
El texto ni condena ni aprueba esas prácticas. Sólo resume sin juicio moral o ideológico lo que dicen los científicos.
El libro podría haber añadido una dirección de internet con informes al respecto, como esta página, donde las autoridades científicas estadounidenses recomiendan en español, entre otras precauciones, vacunas repetidas contra las hepatitis y VPH para quienes mantienen prácticas homosexuales.
Posiblemente quienes protestaron no fueron las organizaciones LGTB, sino los censores de guardia de la corrección política que no toleran el sentido común, y que integraron en el club de lo políticamente correcto progresí a la editorial católica SM (Sociedad de María).
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SALAS