Cuando nació mi primer hijo me di de alta en varios newsletters de maternidad: algunas veces pensaba que avanzaba más que la media y en otras creía que no llegaba a los estándares mínimos
Dicen que las comparaciones son odiosas y a esta altura creo que es así, a menos que se entienda que no se puede comparar solo desde un punto de referencia. Cada persona es un mundo y los médicos saben mucho más que lo que se puede leer en la web. Estas son algunas cosas que me pasaron y tal vez a ustedes también:
“A las 12 semanas podés empezar a sentir las pataditas del bebé en tu panza”
Leí eso en uno de los newsletter que recibía y esperaba todos los lunes por la mañana. Yo ya iba 12 semanas, 3 días y 4 horas y todavía no sentía nada. Me preocupé tanto que lo llamé a mi obstetra. Por suerte es un caballero. A la distancia, recuerdo la situación y me genera una mezcla de risa y un poquito de vergüenza. Digo poquito porque a las primerizas (casi) todo les está permitido.
Tardé todo el embarazo y casi todo el primer año de vida de mi primogénito para entender que las estadísticas son solo eso. Salirse de los parámetros no siempre significa que hay algo demasiado malo o demasiado bueno.
“Algunos bebés comienzan a dar sus primeros pasos a los 10 meses”
En mis cuatro casos no fue así. Festejamos el cumpleaños número uno, el mes 12, el mes 13 y nada. El pediatra nos reafirmaba que el chico estaba perfecto, que había que darle tiempo. Yo no me podía sacar las frases leídas de mi cabeza. Seguí los ejercicios de estimulación que me recomendaron. Todos los días hacíamos gimnasia y un día ocurrió. El pediatra tenía razón.
Podés seguir leyendo acá, en Disney Babble Lationamérica.
NOTAS RELACIONADAS
-
Por qué la tecnología puede ser nuestra aliada en ciertas ocasiones -
Cómo armar un cumple en vacaciones y que sea un éxito -
Lo que hice con mi primer hijo pero no con los demás