¡Hasta cuándo!No más chantaje
La unidad en torno a la MUD se ha convertido en un chantaje. No estamos planteando una tercera vía, sino una opción diferente, la cual emergerá como respuesta ciudadana luego del fraude denominado elecciones regionales. Me explico. Hemos dicho muchas veces que tanto el PSUV como la MUD, representan la misma vía. La del populismo, la demagogia y algo mas detestable: la idea de mantener un régimen dictatorial cohabitando y haciéndose parte de sus instituciones, mientras que, los que han decidido abstenerse conscientemente de participar en esa burla electoral son los que en realidad representan el sentimiento de esos millones de ciudadanos que tomaron las calles de Venezuela exigiendo la salida del régimen.
Quien se abstendrá, no lo hará porque no cree en el voto sino, como respuesta al engaño promovido por los que no respetaron el mandato soberano expresado en la consulta plebiscitaria del 16J. En ese sector me sumo. No es posible que sigan dirigiendo la política opositora los mismos que mantienen y se entienden con el régimen de oprobio que ha empobrecido nuestro país.
Nadar contra corriente es necesario.-
La tarea no es fácil, son muchos los epítetos para quienes nos oponemos a la manera tradicional de hacer política en el país. Desde divisionistas hasta agentes encubiertos del PSUV. Cuando la realidad de todo es que los que se han prestado para dividir son los que han venido incumpliendo de manera reiterada las ofertas electorales y aspiraciones ciudadanas. Los que dividen y se comportan como los auténticos aliados del régimen, son aquellos que hablan para adelante y para atrás, los que pretenden transar o negociar la permanencia de la dictadura, a cambio de espacios en determinadas gobernaciones, que en definitiva, no representarán absolutamente nada que ayude a desalojar a los tiranos, sino por el contrario, permitirá que se atornillen un tiempo más.
Nadar contra corriente es necesario, eso demuestra fortaleza en las ideas. Nadar contra corriente robustece los principios y valores. Es muy sencillo unirse al sentir mediático, pero precisamente por apostar al facilismo, evitar el qué dirán y pensar que la MUD es la acreedora de la razón o del sentir democrático opositor es que estamos como estamos.
Insurgir es la respuesta.-
Señores tenemos que insurgir contra todo aquello que estemos seguro no nos favorece para lograr los cambios. Ese método diseñado por el régimen y aceptado por los cogollos a contrapelo de la voluntad soberana, no es el que le conviene al país para desalojar a los tiranos. ¿Hasta cuándo lo vamos a repetir? ¡Votar en dictadura es vestir de demócrata al dictador!
La agenda de quienes se sientan a negociar con el régimen no es la misma de quienes claman libertad, prosperidad y democracia. Los cogollos se las arreglan no para sobrevivir, sino para sacar provecho de esta calamidad. Ellos tienen su vida resuelta, mientras el pueblo cada día se sumerge más en la desesperanza y en la pobreza.
Sé que algunos ingenuamente, pero otros, premeditadamente, defienden a sus “lideres”. Aquí hablo del PSUV y de la MUD, como ya les dije, representan el mismo estilo de hacer política que debemos combatir.
Me opongo a los líderes que utilizan su posición política para satisfacer necesidades personales y llenar sus alforjas de dinero. Mantienen sus clientelas, consiguen, no sé de dónde, pero lo consiguen, cajas con abundante dinero en efectivo, algunos en bolívares, los de la MUD y, otros en dólares, los del PSUV. Parecieran caimanes del mismo pozo. Contra eso me rebelo. No quiero dirigentes que utilicen la política para hacer negocios, apuesto a una clase política constructora de bienestar para todos los ciudadanos indistintamente del color partidista en el cual militen.
La dualidad inefable.-
Es bochornoso lo que hemos visto de ese lado MUD-PSUV, unos dicen que hay que ir a elecciones regionales para defender o recuperar espacios, mientras abandonan el único espacio que fue recuperado el 6D del 2015, que por cierto tampoco han sabido defender. No me vengan con la bobería que no hacen quórum porque no le han pagado; ¿es que acaso, se lanzaron a diputados por el sueldo o, para defender sus propuestas electorales? Ninguna excusa es válida porque no hay argumento que resista esa ausencia en sus espacios de trabajo.
Lo del PSUV raya en lo grosero. Se ufanan de ser demócratas pero anuncian leyes que castiguen la incitación al odio. Si no viviéramos aquí en Venezuela pensaríamos que esto es una obra de teatro bufa, pues son ellos quienes tienen como conducta reiterada, discriminar y maltratar a la población. El cinismo a su máxima expresión. Volviendo al tema de los dineros que les incautan a los dirigentes. Se hizo una alharaca por aquel sencillo que recibió en un sobre el diputado “opositor” Juan Carlos Caldera, o los cuatro cajones repletos de billetes que le encontraron a Lilian Tintori, pero le echan tierra a los trescientos mil dólares que le robaron a quien fungía de presidente del Banco Central de Venezuela o, los ochocientos mil dólares del maletín de Antonino Wilson y tampoco se habla de las pacas que representaban supuestamente un millón de dólares incautadas en un camión en la aduana de Puerto Cabello.
Amigos, hay que salir de esta clase de dirigentes, y eso solo lo lograremos cuando no le tapemos las vagabunderías a los que se erigen como defensores de la revolución o aquellos que dicen luchar por las libertades y de la democracia, pero de la boca para afuera, porque los hechos demuestran otras cosas.
Claro que me abstendré de votar cuando se celebre ese fraude regional. Para sumarme al día siguiente a ese porcentaje que apuesta a una nueva Venezuela sin chantajes de nadie.
Pablo Aure @pabloaure
“Las imágenes que salen en la portada, no son de responsabilidad del autor del escrito”
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