Hernandez llegó a la selección nacional en 2004, luego de la renuncia de Rubén Magnano, con la mochila a cuestas de revalidar la plata mundialista en 2002 y el oro olímpico en 2004. Su arribo significó la manera de descomprimir una relación entre jugadores y cuerpo técnico que se había vuelto tensa con Magnano, debido al rigor disciplinario impuesto por el cordobés. Hernandez con un trato mas ameno y abierto supuso una renovación necesaria, ante un grupo de jugadores que ya exigía manejarse en otro contexto: no necesitaban una cabeza de grupo como máxima autoridad, sino un entrenador que formara parte del grupo y los guiara en el camino hacia la victoria. Y lo hizo muy bien. Supo adaptarse a las circunstancias y -lo mas meritorio- supo manejar durante varios torneos, las ausencias del núcleo mas importante de la G.D. (Ginobili, Oberto, Nocioni), manteniendo una idea de juego y una mística que fue marca registrada de la misma. Para el recuerdo quedarán el Preolímpico disputado en Las Vegas en 2007, la medalla de bronce en Beijing 2008 y el 4to puesto en Japón 2006 como sus logros deportivos mas importantes. Pero mas allá de eso, también se lo recordará en la historia como un entrenador capaz y con una conducta intachable, al igual que la mayoría de sus dirigidos que vistieron con la celeste y blanca.
Hernandez llegó a la selección nacional en 2004, luego de la renuncia de Rubén Magnano, con la mochila a cuestas de revalidar la plata mundialista en 2002 y el oro olímpico en 2004. Su arribo significó la manera de descomprimir una relación entre jugadores y cuerpo técnico que se había vuelto tensa con Magnano, debido al rigor disciplinario impuesto por el cordobés. Hernandez con un trato mas ameno y abierto supuso una renovación necesaria, ante un grupo de jugadores que ya exigía manejarse en otro contexto: no necesitaban una cabeza de grupo como máxima autoridad, sino un entrenador que formara parte del grupo y los guiara en el camino hacia la victoria. Y lo hizo muy bien. Supo adaptarse a las circunstancias y -lo mas meritorio- supo manejar durante varios torneos, las ausencias del núcleo mas importante de la G.D. (Ginobili, Oberto, Nocioni), manteniendo una idea de juego y una mística que fue marca registrada de la misma. Para el recuerdo quedarán el Preolímpico disputado en Las Vegas en 2007, la medalla de bronce en Beijing 2008 y el 4to puesto en Japón 2006 como sus logros deportivos mas importantes. Pero mas allá de eso, también se lo recordará en la historia como un entrenador capaz y con una conducta intachable, al igual que la mayoría de sus dirigidos que vistieron con la celeste y blanca.