Unos 300 mil niños y niñas soldado están involucrados en conflictos armados, según datos de Unicef publicados en torno al Día Internacional contra el uso de niños soldado celebrado el 12 de febrero.
Son niños obligados a llevar armas, a matar, a servir a los combatientes como cocineros, o en el caso de las niñas, como esclavas sexuales. Son utilizados como escudos o en ataques suicidas. Algunos han sido secuestrados; otros se unen a grupos armados empujados por la pobreza o los malos tratos a cambio de comida y protección.
Volver a ser niño
Como soldados, los niños son testigos de terribles actos de violencia y a veces ellos mismos son obligados a ejercerla. Los traumas que esto les produce son difíciles de superar: arrastran secuelas físicas (torturas, abusos) y emocionales.
Cuando salen de estos grupos jerarquizados y violentos, tienen dificultades de adaptarse al nuevo entorno. Pueden no encontrar a su familia o que ésta los rechace, por miedo, por enfermedad del menor o, en el caso de las niñas, por los embarazos o por enfermedades de transmisión sexual.
Víctimas
Volver a casa y a la escuela tras su paso por experiencias tan traumáticas requiere no solo de psicólogos sino de toda la sociedad, que debió protegerlos y no lo hizo. Una vez desmovilizados, organismos como Unicef instan a que sean tratados en primer lugar como víctimas. Es decir:
- que los gobiernos se ocupen de su cuidado
- que se evite su encarcelamiento
- que se les ayude en su proceso de rehabilitación y reintegración
- que se les ayude a volver a sus comunidades, especialmente en el caso de las niñas que han sufrido violencia sexual, han sido obligadas a casarse o han tenido hijos.
Prevenir y acabar con el reclutamiento
Colombia, ahora inmersa en un complejo proceso de paz, es uno de los países donde los menores han sufrido la violencia de ser reclutados por grupos armados ilegales. Global Humanitaria atiende a escolares de Tumaco, durante años zona de fuego cruzado entre grupos paramilitares y el narcotráfico, para que fortalezcan sus capacidades de aprendizaje y de autocuidado. Mantenerlos en la escuela, junto a la formación de jóvenes y de mujeres resulta indispensable para promover la protección de la infancia en situaciones de conflicto y evitar el reclutamiento de niños.
Asimismo, la campaña Niños, no soldados de Unicef promueve acabar con el reclutamiento de menores de 18 años en todos los países en conflicto, especialmente están implicados en Afganistán, Chad, República Democrática del Congo, Myanmar, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Yemen. Como recoge el Informe anual al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, durante los últimos 20 años más de 100.000 niños soldados han conseguido salir de grupos armados.
Imagen: Niño en Tumaco jugando a ser soldado. (Global Humanitaria)