No más publicidad de apuestas deportivas

Por Siempreenmedio @Siempreblog

No me gustan las prohibiciones, creo que generan muchas veces el efecto contrario. Pero la libre competencia, como la democracia, tiene para mí un límite importante: el momento en el que dañamos al otro. Es insoportable ya el vapuleo publicitario de apuestas deportivas cada vez que escuchamos un partido de fútbol por la radio. No entiendo tampoco la presencia de figuras conocidas en anuncios de apuestas online deportivas. Dirán que la responsabilidad es del usuario, que es quien decide apostarse el dinero que no tiene. Pero eso sería así en igualdad de condiciones, si el empresario no usara elementos de marketing agresivo. La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados habla de un perfil de joven de entre 20 y 22 años, en paro o con un trabajo precario, que se juega toda su escasa capacidad económica. ¿Es responsable de lo que le ocurre? Sí, pero también se ha visto sometido a ciertas acciones de captación como los bonos de regalo para comenzar a jugar o la continua aparición de famosos que le explican cómo puede empezar a apostar por su equipo favorito, al gol siguiente, a la próxima falta... cada segundo una apuesta posible. Siempre me he preguntado qué pasaría si los cigarrillos no poseyeran más de doscientas sustancias, muchas de ellas enfocadas a crear la adicción. Si la publicidad del tabaco y del alcohol está regulada, las apuestas online deben reglarse antes de que el número de personas que caen en la ludopatía continúe aumentando. El acuerdo de los presupuestos generales entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos incluye una regulación de este sector, pero tal como avanza la situación en España no parece que termine por aprobarse. Este es un tema que debería quedar aparte de las ideologías y los intereses electorales de los partidos. La ética, aunque no esté de moda, también debería ser un valor en el mundo empresarial. Obtener beneficios a costa del sufrimiento de otros no me parece la mejor manera de alcanzar el éxito económico. Aunque los clientes sean adultos y responsables de sus actos. Porque cada una de las posiciones de los tragaperras, de los anuncios publicitarios sobre las apuestas en el próximo partido, la situación de los locales recreativos, están pensados para "enganchar" al cliente. Hace tiempo, una trabajadora de uno de estos locales me contaba, con tristeza, cómo dos ancianos se gastaban su pensión al día siguiente de cobrarla. En estos casos, como en el de el camarero que le quita las llaves al habitual que ha bebido más de la cuenta para que no coja el coche, el empresario debería tener un protocolo para evitar la entrada a este tipo de personas. Sí, lo más probable es que el ludópata acuda a otro local, sin embargo eso ya es cuestión de los otros negocios pero, si todos nos cuidáramos más unos a los otros, esta sociedad sería capaz de curar sus heridas con mayor eficacia.