La maternidad subrogada no respeta este derecho, porque:
- supone someter a condiciones contractuales la concepción, gestación, nacimiento y posterior entrega de un niño a los contratantes del servicio y adquirentes del producto final (el menor) - Utiliza y explota a mujeres que son contratadas para la gestación y favorece el tráfico mercantil de material reproductor.
- Supone un grave daño a los intereses del menor que se ve reducido a la condición de mero producto y que ve dispersada la relación filial, puesto que en el contrato participan los donantes de material reproductor, la madre gestante y los adquirentes del menor.
- Convierte la procreación de seres humanos en un servicio industrial.
La razón más importante es que los seres humanos no son cosas. Aquí puedes firmar para que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, de acuerdo con el Artículo 65 de sus normas de procedimiento, condene todas las prácticas de maternidad subrogada por su carácter de actividad incompatible con la dignidad y los derechos de los ciudadanos.