YO NO SOY DE ESTE MUNDO.
Yo, tengo la sensación de no pertenecer a este mundo. Es como se mi cabeza se negara a aceptar lo que para el resto son normales, supongo que esto se debe a un exceso de empatía; ¿sabes? ¿cuando alguien se da un martillazo en un dedo y te duele a ti?. Esto me hace sufrir por cosas que las personas que me rodean no entiende. Mis amigos, mis compañeros me aconsejan que “me tome la vida de otra manera” y a mi se me antoja que quieren decirme que mire para otro lado. Y yo, que mira a donde mire, solo veo dolor, injusticia y humillación.
Vivimos en un mundo en el que “unos pocos” han tomado las riendas y hacen de los demás verdaderas marionetas del sistema. He visto casas de lujo con grifos de oro, y gente en la calle por no poder pagar una casa. Personas que trabajan duro, diez, doce o catorce horas al día y tienen que comer de la solidaridad ajena, de la caridad de otras personas que probablemente sean igual de pobres, que por eso comparten lo poco que tienen con aquellos que no tienen nada.
Todo se derrumba, solo hay que mirar durante unos cuantos días las noticias, (en diferentes canales), para darse cuenta de que el mundo está hirviendo como en una olla a presión, y si no le quitamos pronto la válvula los garbanzos llegarán al techo.
Veo la impasibilidad de la gente. No hacemos nada más que aguantar y someternos, nos suben el precio de la luz, el agua, la gasolina, las comisiones de los bancos y solo vivimos para pagar. Nos atenazan con el miedo de no tener trabajo para seguir “pagando”.
Estamos deshumanizados, comemos con las imágenes más cruentas que pueden ofrecernos, guerra, violencia de género, violencia infantil, hambre, personas que mueren huyendo de sus gobiernos porque piensan que en otro país van a estar mejor que en el suyo. Y seguimos con nuestra vida, “mirando para otro lado” como si no nos fuesemos a ir pasado mañana. Y esta es la civilización del progreso, la era de la informática, de los descubrimientos científicos…….Ya no hablamos entre nosotros, nos miramos con envidia, alimentamos rencores y somos capaces de pasar por encima de un moribundo sin prestarle ni pizca de atención.
No me gusta el mundo que hemos hecho, y a estas alturas no creo que seamos capaces de arreglarlo.
Y seguimos aguantando a cuatro sinvergüenzas que solo quieren dinero y poder, sobre todo “poder”, y nos engañan constantemente, nos muestran lo que quieren y nos ocultan lo que no quieren que sepamos.
Este mundo huele mal……y cada vez huele peor.