El comunismo nunca duda en utilizar las armas contra su pueblo para mantenerse en el poder. En tiempos de paz maniobra y usa disfraces para hacerse pasar por populista, pacifista, feminista, progresista y filántropo, pero esos rostros son falsos y no tienen otro fin que esconder la verdadera naturaleza del sistema., que es una tiranía corrupta y sanguinaria, que explota a su propio pueblo y que tiende siempre a convertir el poder en una dinastía tiránica, como están demostrando ahora los hechos en Nicaragua, donde el ejército y la policía, cuidadosamente adoctrinados en las tesis marxista-leninistas y la lealtad al régimen y no al pueblo, están disparando a matar contra los manifestantes que protestan por el abuso y la corrupción del gobierno nica.
La lucha de los nicaragüenses por expulsar del poder a la corrupta tiranía de Daniel Ortega es una de las causas más nobles y conmovedoras de la lucha mundial contra los sátrapas.
Francisco Rubiales