No me mires de esa forma que tus ojos me aturrullan:

Publicado el 27 mayo 2010 por Victorhugo
Como de costumbre, para relajarme un rato y olvidarme de los estudios he decidido ir a echar unas canastas al Juncal, tal y como suelo hacer un par de veces a la semana. Estaba tan "agustito": buen tiempo, sin solazo matador, me estaban entrando todas -bueno, casi todas-,... Cuando de repente, la catástrofe.
De los megáfonos empieza a sonar una música que resuena mucho por mi barrio, que respeto y que está muy bien para otras situaciones y otras personas, como por ejemplo para las bodas, bautizos y comuniones y para los tíos descorbatados y tías desmelenadas que ya van "to cocretas" y que les da igual el mundo, poniéndoselo por montera.
Y es que así, del tirón y sin anestesia, han empezado a sonar obras maestras de la música espanola -espanola sí, mi teclado se ha cascado justamente por nuestra querida letra- de artistazos como los Marismenos -si, Marismenos no voy a estar siempre repitiéndome-, Cantores de Híspalis, Los del Río, Ana Reverte, María del Monte o Manolo Escobar...
Y claro, es que con piezas de semejante calibre, claves de nuestra cultura musical, como esa que dice "Algo se Muere en el Alma Cuando un Amigo se va", o esa otra que nos cuenta que "Yo iba de Peregrina y me Cogiste de la Mano, Cántame, me Dijiste Cántame, Cántame por el Camino y Agarrado a tu Cintura te Canté a la sombra de los Pinos", pues como que uno se desconcentra y pierde el "swing", el "feeling" o el "flow", como dirían al otro lado del Atlántico. Porque que queréis que os diga, cuando servidor juega al baloncesto a sus oídos y a su mente siempre llegan sonidos negros -R´n´B, Soul o Rap- más vinculados a este deporte y que conectan perfectamente en cuanto a cuestiones rítmicas, culturales, emotivas e incluso estéticas, y no esto no cumple esas condiciones precisamente...
Así que tras el impacto súbito recibido, me ha entrado una pájara y he empezado a notar un bajón estrepitoso, a fallar como si no costara. Había hasta tiros de los de media distancia -que esos los clavo- que se me quedaban cortos, por lo que he decidido retirarme, vencido y humillado cual bellaco, mientras a mis espaldas y a modo de cruel burla se iba alejando y difuminando este clásico inmortal, que aquí os muestro en estado fragmentario y en "riguroso directo":
Lo único que he sacado en limpio de esta experiencia es que las mujeres miran de una forma que aturrullan:)
Saludos.