No entiendo esa fijación que tienen algunos profesionales de la estética (peluqueros, etc ) en querer venderte a toda costa los productos que utilizan. Si una va a la Pelu o a un centro de estética a relajarse y desde el minuto cero la persona que te está arreglando el pelo o la cara insiste en venderte algo lo único que consiguen es que no te relajes, ni compres, ni nada.
Imagino qué será más lucrativo venderte una mascarilla que peinarte, porque además te venden productos a precio de oro.
Están tan obcecados en ganar dinero que no se dan cuenta de que usan una técnica de venta poco efectiva. Sería mejor que callaran y te dejarán tranquilamente pensando en tus tonterías y ya está. Porque sí hacen un buen trabajo y salgo contenta vuelvo.
A veces se echan de menos…
Me gustaría ver a uno de ellos siendo presionado cuando va a un bar: tomate un café que es muy bueno, verás que si te comes un trozo de tarta vas a tener estupendo el estómago…
En fin… Que el tema de los pelos saca lo peor de mí, lo reconozco.
Lo peor de todo es que soy débil y acabo cayendo y compro. Por apuro, porque la presión me puede, el caso es que compro. Luego no vuelvo al establecimiento porque me agobia pensar que me van a obligar a comprar otra vez. No puedo con tanta presión. No serviría para mata-hari, cantaría a la primera. Que le voy a hacer. No tengo aguante.
¿Le estaría vendiendo algo?
Como resultado de todo esto tengo un armarito en el baño lleno de tarros que no uso, porque los compre bajo presión y no me gustan nada. Voy a poner un mercadillo, pero no me atrevo porque seguro que pasa alguien vendiendo y vuelvo a casa con más tarros.
Por favor, no venderme más cosas en la Pelu, que es un momento de tensión y no soy dueña de mis actos. Gracias.
¡¡¡¡Así acabará mi casa!!!!