No me votes que no te represento

Por Benito Sacaluga

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La primera vez que voté fue a mediados de los años 60 del siglo pasado, una votación sin campaña, ni papeletas ni urnas y con dos candidatos a la gloria de ser el delegado de clase en un colegio franquista, católico, apostólico y romano. Como no podía se de otra manera los candidatos, los dos, gozaban del apoyo del profesor de Religión, un cura de los de sotana y coronilla.  Se trataba de unos comicios en los que el voto lejos de ser voluntario y secreto, era obligado, público y por orden alfabético. Daba igual quién saliera elegido, cualquiera de los dos acataría sin rechistar las consignas de la dirección, del poder, solo serían una mera correa transmisora, una ilusión, una mentira, un freno a nuestras quejas y a nuestras propuestas. Dictadura, oligarquía pura y dura.
Al menos los candidatos reconocían que de ser elegidos su función no era representarnos, sabían que quedaban a las órdenes de la dirección, del sistema. Nosotros también lo sabíamos y por tanto nos limitábamos a votar a aquel que mejor nos caía, aún cuando aquel "amigo" nos decía sin ambages que no nos iba a representar, que no se iba a significar en contra de la Dirección ni por activa ni por pasiva, que todo era pura farsa.
Hoy en España está pasando lo mismo, al menos en el PSOE, pero con una diferencia, ellos no dicen a sus potenciales votantes, ni siquiera a su militancia, que no piensan representarlos más allá de lo que convenga a los intereses de los mandamases del partido, de su intocable establishment. Al igual que el inútil delegado de clase, moldeará sus ideales bajo el prisma del accidentalismo, algo que en el PSOE ya viene muy de lejos. Como muestra irrefutable y a modo de ejemplo de ese accidentalismo, no podemos olvidar el mensaje que Llopis encargó a Satustregui que transmitiera al conde de Barcelona durante IV Congreso del Movimiento Europeo (1962):
"El PSOE tiene un compromiso con la República que mantendrá hasta el final. Ahora bien, si la Corona logra establecer pacíficamente una verdadera democracia, a partir de ese momento el PSOE respaldará lealmente a la Monarquía".
Si a alguien le quedaban dudas sobre la ideología y la ética que impera en Ferraz, basta con que repase lo sucedido en el último Comité Federal, el porqué de su celebración, sus causas, sus resultados y sus consecuencias
El PSOE va a dar luz verde a un gobierno del Partido Popular y lo va a hacer en contra de los principios que dice defender, en contra de su militancia y en contra de sus votantes. Una luz verde que intentan justificar con argumentos insostenibles en un país supuestamente democrático como parece ser España. Defenestrando con un brutal golpe de mano a un SG, elegido por los militantes, por el solo hecho de intentar un pacto entre partidos politicos con representación parlamentaria.
De nada le va a servir al PSOE su machacona alusión a sus ciento y pico de años de vida, la vejez no garantiza la supervivencia, más bien acerca a la muerte.
¿Quo Vadis PSOE?
Benito Sacaluga