No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo

Por Ana
Podemos pensar que es evidente y elemental este consejo. Pero si es así, ¿por qué es tan difícil de cumplir en el mundo en el que vivimos? Me refiero a la tan extendida corrupción, que engloba robo y mentira. Aunque no es necesario irse a esos fregados. La pequeña mentira y el pequeño robo es cotidiano.
Algunas religiones consideran que si te apropias de lo que no es tuyo, luego a cambio lo pagarás de alguna manera en el futuro, es el karma, la ley cósmica de la causa y el efecto. Otras religiones consideran que comentes un pecado que debes redimir. Todo tiene relación, pero lo que me interesa, es a nivel psicológico y de bienestar como afecta el robo y la mentira. Y no hablamos aquí de las mentiras piadosas, esas que tienen que ver con hacer la vida más bonita a los demás, ni hablamos del robo para subsistir. Sino de estar enfrascado en a ver lo que mangoneo, que no me cueste un duro y de engañar a las personas. El desgaste psicológico que se produce es muy superior a la recompensa obtenida. En psicología se ha estudiado que se tarda más en decir una mentira que una verdad, la mentira necesita una elaboración más complicada y por ser así muchas veces se destapan. No se suele mirar a los ojos del otro cuando se miente y si te ponen unos electrodos por el cuerpo te pillan la mentira. Conclusión, que decir mentiras es un lío. Y si encima está por ahí rondando el karma....

rosa roja
El 10ª consejo de Gurdjieff a su hija fue:No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a tí mismo.