- ¿Hum? -respondo, mientras le ato el cinturón de seguridad. Vamos en el coche del abuelo y conduce él.
- Mamá, tú debes tener coche -sentencia.
- ¿Por qué? Ya sabes que tu abuelo nos lo deja si lo necesitamos.
- No, mamá -me regaña-. Es el coche del abuelo. Tú eres una madre y las madres tienen coche.