No nos detendrán

Por Pablo

Después de leer una noticia en la página web de Greenpeace, me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre todo lo que ha ocurrido en la Cumbre del Clima en Copenhague.
En primer lugar quiero denunciar la condena a la que se ven sometidos Juan López de Uralde, director de Greenpeace España, junto con dos activistas, Nora Christiansen y Christian Schmutz, los cuales se encuentran detenidos en la cárcel danesa de Vestre Faengsel, en régimen de aislamiento y sin juicio hasta el próximo 7 de enero. El motivo: Desplegar dos pancartas en la cena de gala de la Cumbre en Copenhague en la que ponía "Los políticos hablan, los líderes actúan". Explicándolo mejor, detenidos por decir la verdad.
También voy a mencionar la estupenda política que ha llevado Dinamarca estos últimos días. Me remito a una noticia del diario Público:
"Durante la Cumbre de Copenhague, se reunieron unos 2000 activistas que marcharon de forma pacífica por las calles de la ciudad manifestándose y pidiendo un verdadero compromiso por parte de los líderes mundiales. Alrededor de las 11:30, tres horas después de el inicio de la manifestación, las fuerzas de seguridad anunciaron por megafonía que la concentración no estaba autorizada diciendo: 'En nombre de la reina y la ley, esta manifestación no es legal, vamos a disolverla por la fuerza.' Todo terminó con cientos de activistas detenidos de forma preventiva y una manifestación disuelta con violencia."

Pero esto no queda aquí, sino que a falta de unos días de finalizar la Cumbre del Clima denegaron la entrada al 75% de los representantes de las ONGs que tenían acreditación.
Y mi pregunta es: ¿Es esto miedo?
Los líderes mundiales saben el poder que tiene toda una sociedad, saben lo que somos capaces de hacer y por ello, utilizan la violencia y la privación de la libertad de forma "preventiva".
No nos podemos quedar de brazos cruzados y esperar a que los líderes mundiales hagan algo por nosotros, a ellos sólo les mueve el dinero. Y vuelvo a repetir mis palabras, son nuestras manos las que tienen que mover el mundo.
Se a ciencia cierta que jamás leeréis mis palabras, pero hay algo que tengo claro, se nos va a escuchar.
Un saludo.
Pablo Escribano.