Desde que en 2020, José Coronado encarnó dicho año para salir del tradicional resumen de lo acontecido, me pareció una iniciativa creativa, que unía cultura e información al servicio del recuerdo de los últimos doce meses. La señora 2021 ha sido Blanca Portillo, a la que le ha tocado resumir un año en el que no se cumplieron las expectativas de recuperación de los efectos de la pandemia y que, además, asistió atónito a la erupción de un volcán. No me gustaron demasiado las imágenes que hicieron referencia a La Palma, en cuanto a que los afectados habían solicitado que no se volvieran a emitir, que les producía demasiado dolor ver, una y otra vez, cómo sus casas desaparecían. Pero sí me sentí identificada con la imagen que transmitió Blanca Portillo, su cara reflejaba el cansancio de llevar dos años a contracorriente, la mezcla entre estrés pandémico y esperanza que creo que caracteriza nuestras expresiones al encarar 2022. Cansancio, nostalgia y esperanza, eso ha conseguido Portillo transmitir en treinta minutos, en los que se resume un año que nos puede acusar ya de olvido. Porque me impactó observar, de nuevo, a los afganos aferrarse a un avión, escogiendo morir antes que quedarse en una tierra que ya no ofrecía garantías a sus derechos humanos. ¿Por qué olvidamos tan pronto? Las mujeres afganas están sufriendo un goteo de pérdidas y ya no hay movimientos internacionales, lamentos ni apenas noticias.
https://www.rtve.es/play/videos/telediario/resumen-telediario-2021-blanca-portillo/6267338/Es bastante probable que tú, que lees esto, y yo, que te escribo, no podamos hacer nada más que quejarnos de la inacción de quienes sí podrían transformar la situación de los afganos, hombres y mujeres que ven cómo lo que habían logrado queda reducido a cenizas por la dictadura del extremismo religioso.
No olvidemos 2021 tan pronto. Ayudemos en la reconstrucción de La Palma en la medida de nuestras posibilidades. Recordemos a las mujeres y niños que murieron de forma violenta, a manos de quienes un día dijeron que los amaban. Guardemos en nuestras mentes tantos momentos buenos que seguro sucedieron. Y no miremos a otro lado ante los conflictos olvidados.