Autor: Raquel Martos
Editorial: Espasa
ISBN: 978-84-670-3503-2
286 páginas
Precio: 19.90 €
eBook: 13.99 €
Sinopsis de la editorial
Inteligencia, desenfado y sensibilidad son los tres pilares sobre los que se asienta esta obra, a medio camino entre la novela y el monólogo, en la que la autora comparte con el lector, con una actitud muy poco políticamente correcta, sus reflexiones, comentarios y reacciones a una realidad en la que, no nos queda otra, tenemos que resistir como podamos... Mordaz, irónica, muy aguda y también sorprendentemente tierna, Raquel Martos nos demuestra cómo se puede pasar de sufrir a disfrutar, de la resignación a la indignación, del odio al amor y viceversa sin las etapas intermedias.
Este libro es de aquellas historias frescas, amenas y de fácil lectura que tanto apetecen de vez en cuando, sobre todo para desconectar de otras lecturas más densas. No solo me llamó poderosamente la atención su título, además me apetecía mucho conocer el estilo de la autora, pues ya me quedé con ganas de leer su anterior libro, "Los besos no se gastan", y no quise seguir esperando más. Ha sido todo un acierto porque lo he pasado pipa.
Carla utiliza su voz como herramienta de trabajo, es locutora de radio y de vez en cuando realiza alguna cuña publicitaria. Es una comunicadora nata, lo suyo es hablar, hablar y hablar. Pero una operación en las cuerdas vocales la obliga a mantenerse en silencio durante varias semanas, teniendo que comunicarse a través de la escritura. Una pizarra, el correo electrónico y los mensajes a través del móvil serán su forma de mantener conversaciones con el resto del mundo. Todo un reto para ella. Quizás esta etapa sirva a Carla para empezar a escuchar algo más de lo que habla, lo cual puede venirle estupendamente bien. Además de su madre, Marian y Juan, sus mejores amigos, están ahí para ayudarla y apoyarla. Roberto, un exnovio al que Carla no puede olvidar, será la nota discordante.
La narración es muy ágil, con un lenguaje sencillo y muy coloquial en el que encontramos multitud de diálogos que Carla mantiene por escrito. Se lee con tanta facilidad que dura menos de lo que uno puede imaginarse. Es un libro con sentido del humor, optimista, divertido, entretenido, una novela que invita a reflexionar sobre lo importante de todas las cosas que decimos y, sobre todo, de las que escuchamos, además de hacer pensar sobre la importancia del silencio.