Un deseo poderoso ejerce un efecto verdaderamente mágico para atraer el dinero o cualquier otra condición. Además, se puede establecer sin vacilación la siguiente ecuación: la rapidez y amplitud del éxito son por lo general directamente proporcionales a la intensidad y la constancia de su deseo.Retenga bien estas dos palabras: intensidad y constancia. Napoleón dijo: “Lo que se desea ardientemente, constantemente, se lo obtiene siempre”. El sabía lo que decía. Además, todos los grandes hombres han sido ante todo hombres de deseo y voluntad. Su éxito lo han deseado ardientemente, más que cualquier otra cosa en el mundo. Han hecho de él una suerte de idea fija. Hasta que alcanzaron su meta. Poco importaron los obstáculos que encontraron en el camino.
Muchas personas fracasan en sus tentativas para enriquecerse o mejorar sus vidas, y sin embargo creen desear realmente una mejoría. Es que confunden anhelo con deseo. El anhelo es algo mucho más difundido y difuso. El anhelo es débil, cambiante pasivo. No desemboca en una acción concreta. El deseo en cambio engendra la acción. No sufre demoras. Franquea los obstáculos. Brinda alas. Si usted ha fracasado hasta ahora en sus tentativas de enriquecimiento, plantéese la pregunta: ¿no estaré confundiendo deseo con anhelo?Un sabio al que un discípulo preguntó qué debía hacer para alcanzar la sabiduría lo llevó a la orilla de un río y le sumergió la cabeza en el agua. Al cabo de unos segundos, el discípulo comenzó a manifestar señales de agitación y a debatirse, pues temía ahogarse. Pero el sabio mantuvo la cabeza del discípulo bajo el agua. Este último se debatía cada vez más. El sabio soltó al fin a su discípulo, justo antes de que se ahogara, y le dijo: “Cuando estabas bajo el agua, ¿qué cosa era la que más deseabas en el mundo?”. “Respirar”, respondió el discípulo. ¡Bien! Del mismo modo debes desear la sabiduría.”Esta imagen puede aplicarse perfectamente a la riqueza. Sobre todo para el que desea volverse muy rico. La vida nos da aquello que le pedimos sinceramente. Si usted se conforma con una situación mediocre, permanecerá en esa situación. Nadie acudirá milagrosamente en su ayuda para guiarle hasta encontrar un millón de dólares o el empleo ideal, o la relación de pareja perfecta. Si usted desea una leve mejoría, no obtendrá nada más que eso, si es que lo obtiene.Muchos millonarios han conocido una infancia difícil. A veces han sufrido una cruel pobreza. Se han sentido humillados por su inferioridad social. Su deseo de salir de eso y de no volver a sufrir jamás la miseria era tan intenso que los ha transportado hacia las cimas de la riqueza.
¿Te encuentras en el fondo de la humanidad? Te felicito… porque ahora sólo tienes un lugar hacia donde ir: ¡HACIA ARRIBA!Alex Dey