Ahora que leo ese increíble libro -por segunda vez- de Jacques Philippe titulado "La Paz Interior", me propongo a pasar algunas horas de la semana extrapolando la paz interior del espíritu a la paz interior no sé si llamar ideológica o decisoria, o tal vez ambas.
En un momento en el que se palpa en el ambiente la sed de sillón, el miedo a perderle o la ilusión a ganarlo, es de vital importancia sacar a pasear nuestro olfato de detective ciudadano en busca de la mentira.
Va a hacer en este 2015 cuatro años de la mentira mayor orquestada desde la que viviese Jim Carrey en la película "El show de Truman". Por aquel entonces -año 2011- el partido de Mariano Rajoy nos hacía una serie de promesas con un semblante convincente, y he de decir que admiro su capacidad de mantener ese semblante de seriedad porque quizás yo en su situación y sabiendo las "paparrachadas" que estaba soltando por la boca, hubiese soltado alguna carcajada al ver a 5 millones de personas creyéndose mis afirmaciones.
Como digo es tiempo de reflexión adelantado, y el miedo al llamado "voto basura" se me hace más presente si cabe en este período electoral que se nos avecina. La irrupción de Podemos y los mensajes catastrofistas de sus detractores, la avalancha de apoyos de sus afines, y la cantidad de apoyos divididos a partidos como C´s, UPyD o VOX, me hacen temer un colapso institucional de cara al año 2016 que salvo lo que todos piensan, para lo único que serviría es para presentar proyectos sin ton ni son sin que finalmente se apruebe ninguno por falta de apoyos, lo que se traduciría en un impass resolutorio que haría mucho más perjuicio que beneficio.
Ayer, debo reconocer que me flaquearon un poco las fuerzas atizadoras del voto castigo, y cuento el porque. Tras la que cae actualmente en el mundo con la amenaza Islamista, las promesas del dinero para todos -prefiero mil veces que sea café a dinero-, la corruptela que nos azota de mil colores, etc, pensé fríamente si los datos macro-económicos que apuntan a una mejora de la economía Española, no sería en parte a algunas de las medidas implantadas por el PP pero claro, ¿qué medidas son esas realmente?, ¿eliminación a golpe de decretazo de derechos laborales? ¿eliminación porque sí de las pagas funcionariales? ¿recortes en Sanidad? ¿eliminación de prestaciones sociales? sea como sea las acciones para la recuperación son cañonazos sobre la ciudadanía. Esto me parecería -como dicen en Málaga- "perita" pero no cuando vemos personas de ese mismo gobierno soltando billetes cuando pasa un camión por su lado, y es entonces cuando aparecen mis ganas de voto castigo, pero al fin y al cabo me pregunto si el castigo no es más que una alteración de esa paz interior que nos permite separar el bien del mal o el corazón de la razón.
Sea como sea no solo pensaré que mal lo ha hecho el PP sino que mal lo hubiese hecho el PSOE, o que es lo que hubiese hecho C´s, UPyD o VOX, si hubiesen hecho menos y retrasado la salida de una crisis, o lo hubiesen hecho peor.
Mi recomendación: "No podemos hacer reflexión a última hora".